El trasplante de plantas hace referencia al cambio de lugar que se le da a un ejemplar cuando el lugar en donde habita (maceta o suelo) ya no es suficiente o no es el adecuado para que continúe con su crecimiento.
Esta actividad es una parte fundamental en el mantenimiento de nuestras plantas, pues es en beneficio de las raíces de esta. El indicador principal del cambio es el crecimiento.
Si se limita el espacio de las raíces, la planta se deshidrata, no se nutre y puede provocar su muerte.
Es por eso que te presentamos los pasos básicos y generales para que puedas trasplantar correctamente tus plantas:
- Saca la planta de la maceta
Retira un poco de la tierra que se encuentra alrededor de la planta, esto quitará presión y será más fácil sacarla.
Toma tu planta de la base del tallo, cerca del sustrato, y sujétala firmemente. Menéala con leves movimientos y sácala poco a poco para no dañar las raíces.
Una vez fuera, sacúdela un poco para quitar el exceso de tierra.
- Revisa las raíces
Haz un examen visual del estado de las raíces y verifica que no estén dañadas, podridas o aglomeradas en bloque.
En caso de que estén dañadas o podridas, dale mantenimiento. Corta con ayuda de unas tijeras de jardinería afiladas las raíces en mal estado.
Si están en bloque, desenrédalas cuidadosamente con tus manos y verifica que las raíces del medio estén hidratadas. De no serlo, riega tu planta por medio de la inmersión.
- Prepara el nuevo espacio
Ya sea una maceta más grande o el suelo en donde colocarás la planta debe estar preparada la tierra.
Abona la tierra con tu fertilizante de preferencia y humedécela ligeramente. Después haz un hueco lo suficientemente grande para que quepa la planta, puedes apoyarte de una pequeña pala o hacerlo con tus manos.
- Colócala en su nuevo lugar
Pon la planta sobre el hueco, cuidando que las raíces estén perfectamente extendidas.
¡Ojo! No agrupes las raíces y no las hagas bolita para que “quepa mejor”, esto solo hará que se aglomeren en bloque y no se hidraten de manera adecuada.
Afirma la tierra con tus manos y presiona ligeramente para asegurar a la planta.
- Riégala
Riega generosamente la planta, esto ayudará a que la planta se afirme mejor al suelo o maceta y estimulará el crecimiento de nuevas raíces. Si previamente has regado por inmersión, omite este paso.
Es importante que observes el comportamiento de tu planta los días posteriores al trasplante para saber si le ha gustado el cambio o si se está adaptando. De ser positivo el cambio, la planta se mantendrá erguida y con el tiempo nacerán nuevas flores u hojas.