Existen diferentes técnicas de riego que brindan la hidratación necesaria para que nuestros cultivos crezcan. El riego tecnificado, el subterráneo y el de superficie, son algunos.
En México, los recomendados y aprobados por el Estado son los tecnificados, ya que permiten aplicar el agua de forma localizada, se adaptan a cualquier tipo de suelo y tiene un 90 por ciento de eficacia.
Además, de que a la par del riego, se pueden esparcir fertilizantes o control de plagas, ahorrando tiempo y maximizando el rendimiento de los cultivos.
Tipos de riego tecnificados
- Aspersión o de pivote
Esta técnica emula a la lluvia por medio de aspersores colocados a lo largo del cultivo, en el que se controla la presión, duración e intensidad del agua.
Suele utilizarse en cultivos de soja, maíz, algodón, trigo, girasol, sorgo y remolacha azucarera.
- Micro Aspersión
Este método es similar al de aspersión, la diferencia radica en que la lluvia es más fina y suave. Además, provee de humedad a la zona radicular de la planta.
Es ideal para el riego de pasturas naturales y es la más utilizada en campos de golf o de futbol.
- Exudación
A través de un tubo largo y poroso se exuda el agua de manera continua sobre los cultivos. Las tuberías pueden localizarse en zonas específicas del sembradío o en toda la superficie.
Muchos plantíos de flores ornamentales son regados de esta manera.
- Goteo
Como su nombre lo indica, se aplica el agua en los cultivos a través de goteros o recipientes con pequeños agujeros que permiten la caída de gotas de manera continua. Esta técnica debe estar muy bien controlada, ya que solo puede aplicarse en ciertos momentos de crecimiento de los cultivos y en cantidades necesarias.
Las matas de fresas, plátanos, caña de azúcar y tomates son regados frecuentemente con esta técnica.
Gravedad
Dentro de esta técnica, existen tres métodos:
- Intermitente
A través de un sistema de compuertas, se agrega el agua a los cultivos por medio de pequeños chorros de manera constante y en un corto periodo de tiempo.
- Multicompuertas
Por medio de un sistema de tuberías que contienen compuertas pequeñas, se riegan los cultivos a baja presión. La gran ventaja de esta manera de regado es que los tubos son livianos, fáciles de transportar y pueden adaptarse en forma, según las necesidades del plantío.
- Mangas
Esta técnica implementa mangas plásticas con pequeños huecos (hechos a distancias determinadas), se distribuye el agua de un punto a otro. Suelen acomodarse en los surcos del cultivo, permitiendo que el líquido se filtre a través de las perforaciones e hidrate a las plantas.
Estos métodos son ideales para aquellas plantas que requieren humedad constante como el arroz.
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