México tiene muchos lugares llenos de belleza y naturaleza, espacios que puedes conocer para alejarte un poco de la rutina. Los campos de lavanda son uno de ellos, ya que puedes visitarlos y disfrutar de su relajante aroma y paisaje atractivo.
Estos destinos se convertirán en tus favoritos, ya que no sólo podrás ver hermosos paisajes sino también podrás aprender sobre la planta; sus propiedades, usos y tradiciones.
Existen 3 principales campos de lavanda en México. ¡Te contamos cuales son!
Rancho de la Lavanda
Ubicado en el Rancho de Las Barrancas, Carretera Pozos-San Luis en Guanajuato, está el Rancho de las Barrancas. Un predio al aire libre ubicado en la ciudad de Mineral de Pozos, un hermoso pueblo mágico.
Los campos de lavanda están ubicados a cinco minutos del pueblo, al llegar lo primero que percibirás es el olor fuerte a lavanda que inunda el paisaje que cautiva a los visitantes con sus seis variedades de esta flor útil para obtener su esencia y producir artículos con esta. El verano es la mejor época para visitar el campo, la primavera también es una buena época.
Rancho San Martín Lavanda
Este rancho está en el estado de Puebla a una hora y media de la Ciudad de México, y una de las mayores ventajas es que dentro de este campo no sólo podrás recorrer los campos de flores, sino que también podrás realizar actividades relacionadas con la lavanda, como aprender sobre su cultivo y sus variedades, e incluso puedes adoptar un arbolito o una planta y tomar un taller de elaboración de jabones.
Este campo se convertirá en tu favorito ya que podrás realizar un picnic entre las flores. El rancho de San Martín está en la carretera federal México-Puebla km 53.75, Santa Rita Tlahuapan, 74150, Puebla.
La Santísima Trinidad
La Santísima Trinidad es un hotel boutique desde cuyas ventanas se pueden ver y apreciar el olor de cientos de flores que crecen en los campos de lavanda. La principal atracción de este centro turístico no son solamente las flores moradas, ya que los huéspedes también están en medio de viñedos y olivares, los cuales, junto con las lavandas, ocupan el ochenta por ciento del espacio de La Santísima Trinidad.
Dentro de este enorme y hermoso hotel podrás dar paseos en bicicleta por los campos morados, visitar una cava para probar vinos y tomar talleres de elaboración de jabones y aceites de lavanda.
