Sam Van Aken: El Maestro de los “Árboles de los 40 Frutos”

El “Árbol de los 40 frutos” es una impresionante creación del escultor estadounidense Sam Van Aken, también conocido como el “Árbol Frankenstein”. Este prodigioso árbol es capaz de producir una asombrosa variedad de frutas que coincide con su nombre, incluyendo ciruelas, melocotones, nectarinas, albaricoques, cerezas y almendras, todo en un solo árbol. Este proyecto, sembrado en diversos lugares de los Estados Unidos, atrae la atención de todos.

Van Aken, escultor y profesor de arte en la Universidad de Siracusa en Nueva York, describió su árbol como “una obra de arte, un proyecto de investigación y una forma de conservación” durante una charla TEDxManhattan en 2014, según informó National Geographic.

Un Legado de Diversidad Frutal: La Misión Global de Sam Van Aken.

Para dar vida a su creación, Van Aken realizó un meticuloso proceso de injertos en 20 árboles. Su objetivo es destacar la belleza de la naturaleza y fusionarla con el arte, brindando a los niños la oportunidad de interactuar con una obra de arte que además produce frutas, como afirmó Autumn Young, director de marketing del museo “Children’s Discovery Museum of San Jose”, a CNN. Este proyecto también representa una valiosa oportunidad educativa.

El cuidado y mantenimiento del árbol requiere una atención especial, incluyendo podas estratégicas y la ubicación precisa de los injertos para garantizar la producción de frutas. También es esencial considerar el ciclo de crecimiento de cada tipo de fruta.

Van Aken meticulosamente diseñó y planificó cada uno de estos árboles, eligiendo cuidadosamente las especies para que florezcan y den frutos en diferentes momentos del año, aprovechando así todo su potencial. Esto significa que el árbol ofrece frutas durante todo el año.

Los ejemplares del “Árbol de los 40 frutos” se encuentran principalmente en jardines comunitarios, museos y colecciones privadas en diferentes estados de los Estados Unidos, como Arkansas, Kentucky, Maine, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York y Pensilvania. Además, hay ejemplares en Suecia y China.

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El objetivo ambicioso de este artista es expandir su proyecto por todo el mundo, aumentando la diversidad de frutas y difundiendo su arte a escala global. Aunque esta meta es a largo plazo, ya está en marcha, y por ello ya se encuentran ejemplares fuera de su país natal, los Estados Unidos.