Los transgénicos, el punto de fricción entre México y EEUU

El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer el día martes que no dará marcha atrás a la prohibición de importación de maíz transgénico, este comunicado genera tensión en la disputa comercial por el maíz.

El tono del debate subió esta semana tras una visita del Secretario de Agricultura estadounidense, Tom Vilsack, a México el lunes tras la cual escribió en su cuenta de Twitter que “el tiempo se está acabando” para resolver el asunto.

Esta orden viene de un decreto publicado en el 2021, habla sobre la prohibición de importar el maíz transgénico para consumo humano, si todo sigue en pie, debería entrar en vigor en enero de 2024.

“Se está planteando que también tengamos un plazo para revisar el contenido de ese maíz amarillo, si no es dañino para la salud aun cuando se use como forraje”, indicó el mandatario. Como eso lleva tiempo, lo que México ofreció es retrasar dos años la prohibición de poder importar este tipo de maíz de uso animal.

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En teoría este tema debería resolverse antes de enero, se insistió en la necesidad de proteger la salud humana y las cepas nativas de maíz mexicano.

México se podría considerar como la cuna del maíz desde hace más de 9.000 años, pero, a la vez, es el mayor mercado de exportación de maíz estadounidense. México compra unos 3.000 millones de dólares anuales y no produce suficiente maíz forrajero para abastecer a sus productores nacionales de ganado, carne de cerdo y aves de corral.

Por su parte, hace unos días senadores republicanos pidieron al gobierno de Joe Biden la apertura de consultas sobre el T-MEC derivado de la prohibición de AMLO en contra de las importaciones del transgénico a partir de 2024. Además, enviaron una misiva a la representante comercial de EEUU, Katherine Tai, en donde señalaron que la medida de AMLO se traduce en “pérdidas multimillonarias”.