Los sistemas agroalimentarios enfrentan crecientes amenazas debido a las pérdidas y daños provocados por el cambio climático, según un informe reciente de la FAO lanzado durante la COP 28 en Dubai. Este documento llega un día después de que en la COP 28 se acordara poner en marcha el fondo de pérdidas y daños, con contribuciones que ya alcanzan alrededor de 300 millones de USD.
El informe destaca que aproximadamente el 35 % de los actuales planes climáticos abordan explícitamente pérdidas y daños, subrayando su creciente importancia a nivel mundial, especialmente en el sector agrícola, el más afectado. Aunque la agricultura es vital en los sistemas agroalimentarios globales, ha recibido poca atención en las discusiones sobre pérdidas y daños, a pesar de las graves consecuencias que enfrentan las comunidades dependientes de estos sistemas, como la pobreza y la inseguridad alimentaria.
Financiamiento Insuficiente: Desafíos para los Sistemas Agroalimentarios.
El estudio resalta la urgencia de abordar específicamente las vulnerabilidades de los sistemas agroalimentarios, reconociendo su papel crucial en los medios de vida y el desarrollo sostenible. En 2020, el sector agroalimentario empleó a más de 866 millones de personas y generó un volumen de facturación de 3,6 billones de USD.
El Director General de la FAO, Sr. QU Dongyu, elogió el histórico acuerdo de la COP 28 para poner en marcha el fondo de pérdidas y daños, subrayando que estas promesas de contribuciones representan un reconocimiento compartido de la urgencia moral de abordar los desafíos del cambio climático.
Las naciones en desarrollo, particularmente afectadas por el cambio climático, habían abogado por el establecimiento del fondo. Las pérdidas y daños en los sistemas agroalimentarios representan una carga económica significativa, con pérdidas agrícolas promedio del 23 % en catástrofes entre 2007 y 2022.
El informe prevé que los fenómenos climáticos causarán más pérdidas y daños, afectando la productividad, eficiencia y medios de vida de aquellos dependientes de los sistemas agroalimentarios. Además, destaca la necesidad de mejorar metodologías y herramientas para evaluar los efectos del cambio climático, considerando fenómenos de aparición lenta y dimensiones no económicas.
El apoyo financiero es esencial, ya que los niveles actuales de financiación para el clima están por debajo de las necesidades de los sistemas agroalimentarios. Además, se carece de datos específicos sobre las necesidades financieras debido a pérdidas y daños, subrayando la importancia de soluciones dirigidas a este problema.
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El informe sugiere acciones para mitigar las pérdidas y daños en los sistemas agroalimentarios, como aclarar el significado de “pérdidas y daños“, mejorar las evaluaciones de riesgos climáticos, invertir en recopilación de datos e investigación, aplicar medidas de adaptación y fortalecer la respuesta de emergencia.
