Según reportes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Los precios mundiales en los alimentos cayeron por noveno mes consecutivo en el diciembre pasado, pero recapitulando, sufrieron un aumento anual del 14.3% respecto al 2021.
La preocupación por el aumento de precio del trigo y maíz alcanzaron máximos históricos a lo largo del año, el valor promedio de los índices de precios de los aceites vegetales de la FAO en 2022 superó un nuevo máximo. Por otro lado, el índice de precios de los lácteos y el índice de precios de la carne de la FAO registraron sus niveles anuales más altos desde 1990.
“Una mayor tranquilidad en los precios de los productos alimenticios es una buena noticia después de dos años muy volátiles”, declaró el economista jefe de la FAO, Máximo Torero, también consideró importante permanecer preparados, además, de seguir con la mitigación de la inseguridad alimentaria mundial.
El economista declara su inquietud al comentar sobre los precios de los alimentos y sus niveles elevados de manera histórica, por ejemplo, el arroz, sigue subiendo y el suministro de alimentos del futuro está en riesgo.
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Las cotizaciones en el mundo del aceite vegetal encabezaron una disminución en diciembre, descendieron para alcanzar su nivel más bajo desde febrero de 2021, cayeron los aceites de palma, soya, colza y girasol, impulsados por “una débil demanda mundial de importaciones”.
El índice del coste de la carne bajó en diciembre un 1,2% respecto a noviembre, con un descenso de los precios mundiales de la carne de bovino y aves de corral, que contrarrestó la subida de los precios de la carne de porcino y ovino.
Los precios internacionales de la carne de bovino acusaron el impacto de la escasa demanda mundial de suministros a medio plazo, mientras que la oferta de exportación, más que suficiente, empujó a la baja los precios de la carne de aves de corral.