En el país, aproximadamente tres de cada diez unidades de producción agrícola dependen de personas de 65 años o más. Esta situación refleja una preocupante disminución en la participación laboral de personas en actividades agrícolas, lo que lleva a un desperdicio de tierras cultivables y pone en riesgo el suministro de alimentos. Así lo advirtió la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC).
Luis Eduardo González Cepeda, presidente de esta agrupación, explicó que el aumento de envíos de remesas es un claro indicador del abandono del campo por parte de la población más joven, quienes optan por emigrar en lugar de dedicarse a labores agrícolas.
Además, González Cepeda considera que los programas gubernamentales enfocados en la entrega de recursos, como fertilizantes, no motivan a los jóvenes a unirse al trabajo del campo.
“La politización del sector ha sido un grave error que amenaza con reducir la productividad agrícola, ya que actúa desmantelando las instituciones del campo, eliminando apoyos productivos y reduciendo las herramientas de las que disponen todos los productores, lo que disminuirá la producción“, advirtió.
Abandono del campo: La migración de la juventud agrícola y el impacto de las remesas.
El Censo Agropecuario 2022 del Inegi reveló que solo el 27.2 por ciento de los productores del campo tienen edades entre 18 y 45 años.
El Estado de México, Puebla, Veracruz, Chiapas, Oaxaca y Guerrero concentran el 57.3 por ciento de las unidades productoras del país.
Estas entidades son algunas de las que más remesas reciben en el primer semestre, seguidas por Guanajuato, Jalisco y Michoacán, según datos de Banxico.
González Cepeda enfatizó la urgencia de que las políticas públicas se enfoquen en la tecnificación y mecanización del campo, a través de maquinaria, técnicas de riego, paquetes tecnológicos con semillas mejoradas, fertilizantes, herbicidas y pesticidas. De esta manera, se podrá aumentar la producción de alimentos y garantizar un abasto suficiente para lograr la autosuficiencia alimentaria.
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“Es fundamental abandonar una política pública clientelar que se basa en apoyos sociales que no logran retener a los jóvenes en las unidades de producción y, por el contrario, los alejan de los campos para enviarlos lejos de casa, hacia Estados Unidos, lo que ha llevado al crecimiento de las remesas”, enfatizó González Cepeda.
