México, reconocido como el país de origen y uno de los principales centros de diversidad del maíz, alberga la colección más extensa e importante de este cultivo a nivel mundial. Con más de 28 mil muestras únicas de maíz, esta colección se considera un auténtico e invaluable patrimonio para la seguridad alimentaria tanto de los mexicanos como de la humanidad en general. Se encuentra custodiada en el Banco de Germoplasma del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), ubicado en Texcoco, Estado de México.
La historia de esta colección se remonta a 1943, cuando se inició con un número reducido de accesiones, es decir, semillas o plantas conservadas y codificadas para su distinción en un banco de germoplasma. Edwin Wellhausen y su equipo recolectaron estas primeras muestras, y en este año 2023 se celebran los 80 años de la existencia de lo que Cristian Zavala, coordinador del Banco de Germoplasma del CIMMYT, considera la colección más grande de maíz a nivel global.
Una colaboración histórica: La relación entre el Gobierno de México y la Fundación Rockefeller.
Inicialmente, la colaboración entre el Gobierno de México y la Fundación Rockefeller impulsó las primeras colectas. Posteriormente, a finales de los años ochenta y principios de los noventa, se produjo un importante crecimiento en la colección, pasando de alrededor de 370 a 28,694 accesiones a lo largo de sus 80 años de historia. Este crecimiento se logró gracias al programa LAMP (Programa Latinoamericano de Maíz), el cual permitió respaldar todas las colecciones de maíz de la región en el CIMMYT y ponerlas a disposición del público, señala Cristian.
El Banco de Germoplasma del CIMMYT no solo tiene la responsabilidad de resguardar la biodiversidad del maíz, sino que también se dedica a tareas fundamentales como la investigación de la diversidad genética, la regeneración del germoplasma para garantizar su viabilidad y la preparación de solicitudes de semillas. A través del CIMMYT, México realiza alrededor de 1,500 envíos anuales de semillas a diferentes países, muchas de las cuales son variedades resistentes a las nuevas condiciones climáticas. Estas labores son de suma importancia y se suman a otras tareas igualmente relevantes.
Más allá de la conservación: La misión del Banco de Germoplasma para el futuro de la agricultura.
Cristian enfatiza que la idea del banco de germoplasma siempre ha sido conservar a perpetuidad, pero también utilizar y mejorar para brindar mejores condiciones de vida a los agricultores, quienes son los verdaderos dueños del germoplasma nativo. La conservación de la diversidad genética es importante, pero siempre se busca su uso y beneficio para la humanidad.
Un ejemplo del valor de esta colección y del Banco de Germoplasma en México es el caso del maíz repatriado a Guatemala en 2016. Aprovechando las reservas de semillas, el CIMMYT envió a colaboradores guatemaltecos 785 variedades de maíz nativo, incluyendo algunas que se habían perdido debido al paso del huracán Stan.
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En la actualidad, a 80 años del inicio de la colección de maíz, la misión del Banco de Germoplasma del CIMMYT consiste principalmente en ofrecer accesiones de maíz y trigo con información confiable, semillas de alta calidad, sanas y viables en términos de germinación. El objetivo es utilizarlas y mantener vivas y viables las colecciones de manera perpetua para el beneficio de todos, concluye Cristian Zavala.
