Cuidados de cítricos en maceta

Los cítricos son árboles que pueden cultivarse tanto en suelo tierroso como en macetas, ya que son muy versátiles y se adaptan a los espacios en los que se les tiene. 

En caso de no contar con un espacio abierto como un jardín, se puede cultivar un árbol de naranja, limón, toronja o mandarinas en una maceta grande. 

En esta nota te compartiremos algunos consejos para que puedas mantenerlos hermosos y bien cuidados. 

Vigila el riego y dale mantenimiento

Los árboles de cítricos son amantes del agua pluvial porque los llenan de nutrimentos que los hacen crecer mejor y dar mejores frutos. 

Los naranjos, limoneros, mandarinos y toronjos necesitan ser regados en el verano dos veces por semana y en el invierno una vez. Solo ten cuidado de no encharcar la maceta para evitar el crecimiento de hongos, el riego debe ser moderado y que alcance a las raíces del fondo. 

Si has regado de más, saca al sol tu maceta para que se evapore el exceso. 

El mantenimiento también es una parte fundamental que evitará las plagas. Quita las hojas y ramas dañadas, recoge la fruta madura y revisa toda la estructura para descartar enfermedades, insectos o putrefacción. 

Abona tus árboles al menos tres veces por año con fertilizantes de origen natural y coloca una capa que cubra bien el sustrato. Lo ideal es hacerlo antes de la floración (junio y septiembre). 

Recuerda siempre usar las herramientas adecuadas para sus cuidados: Regadera de cuello largo, tijeras de jardinería, palas y guantes.  

Utiliza la maceta adecuada 

Los árboles de cítricos son ejemplares que pueden variar en tamaños dependiendo de la semilla, sin embargo, necesitan un lugar amplio para poder desarrollarse correctamente. 

El tamaño recomendado es de 45 centímetros de diámetro por 60 centímetros de alto aproximadamente (puedes partir de esta medida y elegir una más grande). Sugerimos utilizar macetas de barro, ya que son resistentes a las adversidades climáticas y soportarán el peso del árbol. 

También debes asegurarte de que cuente con un buen sistema de drenaje para evitar que la tierra se vuelva arcillosa y dificulte la absorción del agua por parte de las raíces. 

La tierra ideal debe ser ligeramente ácida (Con un pH de 6 a 6.5) y puedes lograrla mezclando dos tercios de tierra negra o compost con un tercio de mantillo y arena gruesa. 

Crea el entorno ideal para su desarrollo 

Los ejemplares en maceta suelen ser más delicados que los plantados en suelo y no resisten los cambios bruscos de temperatura. En ambientes fríos se congelarán y en condiciones muy calurosas se deshidratarán. 

La temperatura en la que mejor prosperan oscila los 17° a 28° centígrados, recuerda que son subespecies tropicales. 

No los expongas a fuertes vientos, pues tirarán los frutos y romperán las ramas. 

Necesitan mucha luz solar para garantizar su crecimiento, 4 horas de sol directo y 6 de indirecto. 

Protégelos durante el invierno

Al ser especímenes tropicales, las temperaturas bajas ponen en peligro su supervivencia. 

Durante esta estación resguarda tus macetas en el interior y procura que el ambiente sea cálido y posiciónalos junto a una ventana para que reciba la luz solar necesaria. 

Evita que estén cerca de aires acondicionados o calefacciones porque son aparatos que resecan mucho el aire y no es benéfico para nuestros árboles. 

En caso de no poder meter las macetas en el interior, coloca una manta o cobija alrededor del árbol para que el frío no penetre (¡Arrópalos!).

También puedes optar por opciones más especializadas para el recubrimiento como la tela fina microperforada, la puedes encontrar en tiendas de jardinería, tlapalerías o tiendas de tela. 

Vigila las presencia de plagas 

Estos ejemplares son muy propensos a ser visitados por plagas de insectos debido a los frutos, pues son una fuente de alimentación constante y un refugio por el amplio follaje. 

Las más comunes son las moquitas blancas, pulgones, ácaros o cochinillas. 

Un remedio casero que puede controlarlas es mezclar agua con jabón potásico y/o aceite de neem. Viértelo en un pulverizador o atomizador y viértelo sobre todo el follaje, principalmente en el envés de las hojas y en las ramas de unión con los frutos. 

Puedes revisar más consejos sobre cómo evitar plagas en tus árboles aquí.