Cuida tus árboles frutales de las plagas

Cuando una plaga de insectos se asienta en un árbol o en un cultivo puede atacar diversas partes, como: Las hojas, las raíces, los tallos o los frutos.

Y la mejor manera de atacarlas es conocer a qué nos enfrentamos, si son orugas, babosas, insectos voladores o rastreros. Además de dar mantenimiento constante.

Te presentamos algunos consejos que puedes seguir para cuidar tus árboles frutales:

No dejes fruta sin cosechar

Los animalitos pueden ser voladores o rastreros (que subirán por el tronco del árbol).

El problema de brindarles alimento, es que pueden utilizar nuestro árbol como vivienda. Pueden establecerse en el interior del tronco o en el nacimiento de las ramas, lo que ocasionaría que no vuelvan a crecer o se seque por completo el árbol.

Mantén siempre limpio el árbol 

Es importante recoger la fruta que haya caído para no propagar los hongos que esta tenga al momento de su descomposición (que pueden afectar las raíces del árbol) o atraer insectos.

Si deseas utilizar esta fruta como biofertilizante, asegúrate de hacerlo por medio de composta.

Utiliza a otros animales como preventivos o eliminadores

Si posees gallinas o guajolotes, déjalas comer cerca del árbol. Picotearán el suelo e ingerirán a los insectos que ahí se encuentren.

Los insectos forman parte de la dieta de estos animalitos, así que no te preocupes. Tampoco dañarán las raíces del árbol debido a que son muy duras para sus picos y están en la parte profunda del suelo.

También pueden consumir la fruta que haya caído del árbol y ellas mismas servirán como sembradoras, ya que depositarán las semillas en el suelo.

Utiliza su excremento como biofertilizante, solo asegúrate de revisar la acidez de este. Si su Ph es muy bajo, puede desestabilizar el suelo.

Fumígalos

Fumigar a los árboles al menos una vez al año, servirá como preventivo de plagas por insectos.

Puedes utilizar insecticidas naturales que tú mismo puedes realizar en casa.

Uno de los más efectivos para insectos voladores se hace hirviendo un poco de aceite vegetal con un poco de jabón (de preferencia líquido) y diluyéndolo en agua.

Colócalo en un contenedor con rociador (puede ser un bombeador) y rocíalo sobre el tronco y las ramas. En caso de hacerlo sobre las hojas, hazlo en la noche para evitar quemaduras.