La agricultura es esencial para la humanidad y la seguridad alimentaria. Según la ONU, se espera que la producción de alimentos aumente entre un 50% y un 70% para 2050 debido al crecimiento de la población.
Por su parte, América Latina actualmente tiene el 28% de la superficie apta para cultivos en el mundo, pero enfrenta desafíos como la conectividad rural, el uso del agua, los gases de efecto invernadero y el cambio climático, ya que afecta la producción de alimentos.
En América Latina, existen 576 millones de hectáreas de suelos agrícolas, y la región aporta el 14% de la producción agrícola mundial y el 23% de las exportaciones agrícolas. La tecnología juega un papel crucial en el impulso de la agricultura inteligente en la región.
Empresas nativas digitales liderando el camino hacia la agricultura inteligente
Agrotools, una empresa brasileña, utiliza geotecnología y datos para mejorar los procesos agrícolas y financieros. Sus soluciones permiten una evaluación más rápida de las garantías agrícolas, monitoreo de riesgos y cumplimiento regulatorio, lo que agiliza los procesos y reduce los costos.
GHT, una empresa colombiana, utiliza la tecnología de Microsoft para integrar su cadena de suministro en la industria floricultora. A causa de la implementación de tecnología, han logrado una trazabilidad completa de los procesos de producción, postcosecha y venta, reduciendo el desperdicio de flores y mejorando la calidad del producto final.
Agrobit, una empresa argentina, utiliza IA y aprendizaje automático para ofrecer una plataforma basada en la nube que ayuda a los agricultores y viticultores a administrar diferentes cultivos. Además, la plataforma permite realizar simulaciones y planificaciones precisas, considerando variables como el clima, las regulaciones gubernamentales y las condiciones del mercado. Los clientes de Agrobit han experimentado ahorros de costos de hasta un 30% al implementar las recomendaciones del sistema.
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La tecnología está revolucionando la agricultura en América Latina, permitiendo una producción más eficiente y sostenible. Las empresas mencionadas son ejemplos destacados de cómo la tecnología puede mejorar aún más la agricultura y beneficiar tanto a los agricultores como a los consumidores finales. Es importante seguir fomentando la innovación en este sector para enfrentar los desafíos actuales y futuros de la agricultura.