Académicos y estudiantes de la Universidad Autónoma Chapingo han desarrollado un innovador robot agrícola llamado “Voltan“. Su propósito es automatizar procesos cruciales en el campo mexicano, como siembra, riego y fertilización.
Voltan es un hito en México, siendo el primer prototipo de este tipo en el país. Ha sido continuamente mejorado y recientemente compitió en el evento internacional de robots agrícolas en Eslovenia, donde los creadores se destacaron al obtener el séptimo lugar.
Del Laboratorio al Campo: La Trayectoria de Ocho Años que Culmina en Voltan.
El líder del proyecto, Noé Velázquez López, del Posgrado de Ingeniería Agrícola y Uso Integral del Agua, ha dedicado ocho años de trabajo para perfeccionar Voltan. Durante este tiempo, se han implementado herramientas esenciales para los agricultores, eliminando aquellas que resultaron superfluas.
Iván Sánchez y Alan Hernández, miembros del equipo, explicaron que el primer prototipo incluyó un sistema de suspensión que permitía al robot moverse en terrenos irregulares comunes en la agricultura.
Esta versión inicial contaba con visión artificial, capaz de detectar qué plantas necesitaban la aplicación de agroquímicos. Posteriormente, se le incorporaron más sensores, un sistema GPS y un mecanismo para determinar su ubicación. Además, se le dotó de una fuente de energía basada en baterías de plomo, dos motores eléctricos de 250 vatios, un mecanismo de movimiento especial y un sistema de suspensión mecánica.
“Con el respaldo de la universidad, hemos logrado perfeccionar el prototipo con una mayor cantidad de sensores y herramientas; ahora contamos con una sembradora de granos medianos, con la capacidad de programar distancias entre plantas y de aplicar fertilizantes y semillas de manera precisa”, precisó Sánchez.
Por el momento, el robot se emplea principalmente en plantaciones de menor envergadura, habiéndose llevado a cabo demostraciones en diversas regiones del país. Se destaca que en México es cada vez más evidente la escasez de mano de obra, ya que muchas personas optan por migrar a las ciudades, dejando a los agricultores de mayor edad al cargo de sus cultivos.
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Este innovador dispositivo consume menos energía que un tractor convencional, alcanzando una velocidad de 4.5 kilómetros por hora, y disminuye en un 90 por ciento el esfuerzo manual requerido por un agricultor.
