El mantenimiento que le damos a nuestros cultivos influye en su crecimiento. Los cultivos bien cuidados tienen más posibilidades de crecer grandes y vigorosos.
Los cuidados y la atención que le damos a nuestros cultivos definen la prosperidad que estos tendrán.
El uso de rutinas es un gran método utilizado por los productores primerizos, esto con la finalidad de desarrollar disciplina y no olvidar el mantenimiento de sus cultivos.
¡Cuida de tus plantas con estos consejos!
Dales mantenimiento
Corta las hojas y tallos dañados con ayuda de unas tijeras de jardinería afiladas y elimina la hierba mala de sus alrededores. Utiliza los desechos orgánicos para complementar tu composta.
También es importante limpiar las hojas y los recipientes en donde las tenemos.
Brinda ayuda a las plantas que lo necesiten, poniendo soportes de madera y/o lazos de mecate que las mantengan erguidas.
Utiliza las herramientas adecuadas
Evita usar herramientas oxidadas, sucias o que el filo este “mordido”, esto solo provocará que dañes tus plantas.
Tampoco utilices herramientas que no estén destinadas a la jardinería, ya que pueden estar hechas con materiales no compatibles (como el plomo) con nuestras plantas. Esto provocaría el envenenamiento de nuestros frutos.
Abona tus cultivos
Fertilizar tus plantas al menos dos veces al año, hará que crezcan fuertes y den mejores frutos.
Apuesta por las opciones ecológicas y caseras, de esta manera cuidarás el ambiente y reducirás la cantidad de desechos.
Verifica el tamaño de tus macetas
Es importante conocer las características de los cultivos que sembrarás (en especial el tamaño que tendrán) para que utilices el tamaño ideal de las macetas. Darles el espacio suficiente para crecer evitará que las raíces se aglomeren.
Las macetas de barro son la mejor opción, ya que son duraderas, poseen buenos sistemas de drenaje y no se desgastan con el sol (como las macetas de plástico). De esta manera evitarás gastar de más.
Inspecciona tus plantas
Las plagas por insectos o por hongos son muy comunes y son los principales indicadores de que no tenemos los cuidados suficientes.
El riego en exceso, uso de herramientas contaminadas o exposición a otras plantas con plaga son algunas fuentes de infección.
Revisa la coloración de las hojas y los tallos, verifica si tienen hoyitos o surcos y mira el envés en busca de insectos u hongos.
Conoce cuáles son y cómo evitarlas aquí.
Calendariza los riegos
El riego de tus cultivos debe estar basado en las necesidades de estas y en las estaciones del clima.
Durante la primavera y el verano las plantas necesitan más agua para mantenerse hidratadas, mientras que en invierno tienen la capacidad de almacenar más agua en su interior y el riego es menor.
Elige el horario que más le acomode a tu planta para su riego (mañana o noche) observando el comportamiento que tienen. Si se mantiene erguida, la humedad de la tierra y cuánto se tarda en secar el sustrato.