El 29 de septiembre, Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, nos brinda una oportunidad crucial para reflexionar sobre uno de los desafíos más apremiantes que enfrenta la humanidad. Según la ONU, aproximadamente un tercio de los alimentos producidos en el mundo, alrededor de 1 300 millones de toneladas, se pierden o desperdician anualmente. Esta cifra es alarmante y exige acciones concretas para abordar la crisis alimentaria global.
África: Tecnologías Herméticas que Transforman la Seguridad Alimentaria.
En este contexto, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se destaca por promover prácticas y tecnologías poscosecha innovadoras que están marcando la diferencia. Un logro notable es la implementación de tecnologías herméticas en África, especialmente en países como Zambia, Tanzania y Malaui. Gracias al proyecto AID-I, una colaboración entre CIMMYT, USAID, Catholic Relief Services (CRS), Caritas e IFDC, las bolsas plásticas herméticas están contribuyendo significativamente a incrementar la seguridad alimentaria en el continente.
Estas tecnologías evitan la proliferación de plagas y reducen las pérdidas poscosecha, lo que tiene un impacto directo en la disponibilidad de alimentos para las comunidades. En el sureste de México, gracias a iniciativas impulsadas por CIMMYT y la Fundación Walmart, se ha registrado un aumento en la adopción de tecnologías herméticas poscosecha. Esto permite a los agricultores locales conservar sus productos agrícolas por más tiempo y reducir las pérdidas debidas a condiciones de almacenamiento inadecuadas, fortaleciendo así la seguridad alimentaria en la región.
A través de programas de capacitación y buenas prácticas poscosecha impulsados por la iniciativa AgriLAC Resiliente, expertos del CIMMYT y sus colaboradores comparten valiosas lecciones en países como Guatemala y Honduras. La experiencia adquirida en Latinoamérica contribuye a crear modelos exitosos que pueden replicarse en otros lugares, promoviendo la seguridad alimentaria a nivel global.
Es importante resaltar que la poscosecha no solo se trata de reducir la pérdida, sino también de preservar la calidad y el sabor de los alimentos. Por ejemplo, las familias productoras manifiestan que las tortillas conservan su sabor cuando se utilizan tecnologías herméticas poscosecha. Esto no solo beneficia a los consumidores, sino que también agrega valor a los productos para los agricultores y productores locales.
