El cambio climático es una situación que nos está afectando a todas las especies habitantes del planeta (animales, humanos, plantas y ecosistemas) y sus afectaciones traen consecuencias que ponen en peligro nuestro desarrollo.
Para crear conciencia sobre este hecho, muchas escuelas (principalmente en Europa, Asia y América del Norte) han reformado el plan curricular de educación básica para incluir materias que enseñen a los y las estudiantes sobre el cuidado del medio ambiente.
Dentro de las actividades a realizar durante el ciclo escolar se encuentra la creación de huertos dentro de la escuela en los que pueden cultivar diferentes especies vegetales como verduras, frutas o flores.
Beneficios
- Fomentan el conocimiento de las diferentes hortalizas y su clasificación
- Aprenden sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y la reforestación
- Refuerzan los conocimientos de la clase de ciencias naturales
- Conocen sobre el cuidado de las plantas y su ciclo de vida
- Fortalecen sus procesos cognitivos (atención, orientación y memoria) por medio de la manipulación de las herramientas, trabajo en equipo y creación rutinas (de siembra, riego y cosecha)
- Mejoran sus hábitos alimenticios
- Crean nuevas zonas verdes en las urbes y esparcen la práctica en sus hogares
- Conocen sobre el tipo de trabajo que se realiza en el campo y reconocen su importancia
- Contribuyen a la regeneración y conservación de los ecosistemas y sus recursos
- Trabajan sus relaciones interpersonales y se vuelven más asertivos
- Se interesan por las ciencias ambientales, trabajo de campo o experiencias relacionadas a la sustentabilidad
- Reconocen la importancia del reciclaje y lo ponen en práctica para la creación de suplementos para el huerto (elaboración de macetas, semilleros o herramientas de trabajo)