El Día de la Tierra nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el planeta y la responsabilidad que tenemos hacia él. Más allá de la celebración, este día nos recuerda la importancia de cuidar y preservar nuestro hogar común.
No se trata solo de lamentar nuestros errores pasados, como la extinción de especies o los impactos del cambio climático, sino de tomar acción con curiosidad, asombro y amor por el mundo que habitamos.
Es fundamental reconocer el papel crucial de la agricultura sostenible y el cuidado de la tierra en la alimentación y el bienestar de todos. Apoyar a los campesinos y adoptar prácticas de consumo consciente son acciones concretas que podemos realizar diariamente para contribuir a la regeneración del medio ambiente.
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Reducir el consumo excesivo, reciclar y optar por una alimentación saludable son pasos clave para mitigar nuestro impacto en el planeta.
Además, debemos buscar y promover modelos de desarrollo que respeten la naturaleza, como los sistemas agroforestales, que no solo alimentan al mundo, sino que también contribuyen a enfriar el planeta.
En última instancia, el objetivo es ver un planeta cubierto de bosques prósperos que no solo nos den alimento, sino que también nos conecten con nuestra verdadera naturaleza como seres simbólicos en este vasto e interconectado ecosistema.
No hay alimentos mexicanos sin personas
El corazón de arca tierra son 35 familias agricultoras campesinas de algunas comunidades de Milpa Alta, CDMX; Huasca de Ocampo, Hidalgo; y Amanalco y Polvillos, Estado de México.
Ellas están comprometidas con la tierra y por convicción, siembran sin el uso de agrotóxicos, además de que recuperan semillas y producen alimentos mexicanos con sabor y calidad.
Esta red colectiva tiene como base la amistad y una relación forjada en el reconocimiento y el valor de la agricultura campesina. Vamos mucho más allá de los vínculos comerciales y nos centramos en los principios del comercio justo y el cuidado medio ambiental.
