La gastronomía mexicana, caracterizada por ingredientes como el maíz y el aguacate, enfrenta desafíos significativos debido a las sequías que afectan al país.
El Banco de México (Banxico) ha realizado un análisis exhaustivo a lo largo del año para evaluar los impactos del cambio climático, especialmente la sequía en productos agropecuarios. Según el informe de Economías Regionales del tercer trimestre, agosto y septiembre marcaron meses críticos en los que los principales productos agrícolas sufrieron los estragos del calor.
Alejandrina Salcedo, directora general de Investigación Económica en Banxico, destacó la importancia del indicador de sequía para comprender las condiciones en las zonas de cultivo. En el tercer trimestre, se observaron niveles elevados de sequía, atribuidos al cambio climático.
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El aguacate, además de ser un pilar en la cocina mexicana, impactó la inflación en junio y julio. Sin embargo, el informe señala que para octubre y noviembre de 2023, la exposición al calor disminuyó en la mayoría de los cultivos. Esta reducción se debió principalmente a una disminución en las condiciones de sequía severa, extrema y excepcional en estados como Jalisco, Sinaloa y el sur de Michoacán.
Las condiciones climáticas adversas han llevado a los empresarios a buscar alternativas. Se registró un aumento en la producción de agave y maíz forrajero en la región centro norte, reemplazando cultivos afectados por la sequía.
Aunque la exposición a la sequía del aguacate y la fresa aún persiste, especialmente en municipios del norte de Michoacán, el principal estado productor, la disminución de las condiciones extremas ofrece un respiro temporal.
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Las olas de calor, a pesar de representar desafíos, han brindado oportunidades para los empresarios. En la región centro, la siembra de cebada se benefició de la certeza en el precio de venta, gracias a contratos con cerveceras al momento de la siembra. Además, la apreciación del peso frente al dólar permitió reducir costos de fertilizantes.