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Enfermedades del tomate y cómo tratarlas

by Cultiva Futuro

Los jitomates son uno de los cultivos más propensos a sufrir enfermedades por hongos y bacterias por la gran cantidad de agua que necesitan para su crecimiento. 

Al haber mucho líquido, es muy común que las bacterias se reproduzcan fácilmente en los encharcamientos de la tierra y escalen a los cultivos. 

Es por eso que la revisión constante de su apariencia, sobre todo el aspecto del envés de las hojas, es fundamental para detectar a tiempo estas enfermedades y atacarlas antes de que maten por completo a nuestra planta. 

El cuidado correcto de los tomates es el mejor preventivo para evitar la aparición de enfermedades, puedes consultarlos aquí.

Las patologías más comunes son:

Cenicilla polvorienta (Leveillula taurica)

También llamada oídio, es una enfermedad criptogámica producida por varios génerosde hongos que ataca a varias plantas, entre ellas el tomate. 

Se caracteriza por formar una capa blanca, de aspecto harinoso, sobre las hojas y tallos jóvenes de la planta. También aparecen manchas amarillentas en el haz de la hoja, que poco a poco se van necrosando.

Esta enfermedad se puede dar por diferentes razones como el abono en exceso, altos niveles en humedad y/o el contacto con otros ejemplares o herramientas infectadas. 

Tizón tardío o Mildiu (Phytophthora infestans)

Es una enfermedad causada por un hongo de la familia Peronosporaceae, que se esparce por medio de esporas. Se reproduce en la época de lluvia debido al exceso de humedad que se combina con altas temperaturas. 

Puede atacar a la planta en cualquier etapa de su desarrollo, en la que aparecen manchas irregulares en la hoja de color verde claro o amarillo. 

Con el paso del tiempo se tornan marrones o negras, tienen un aspecto aceitoso y se necrosan rápidamente. 

La enfermedad se expande muy rápido y puede matar a toda la planta si no se le trata a tiempo.

Fusarium oxysporum

Se caracteriza por la aparición de marchitez en la parte aérea de la planta, que comienza por tornar la coloración de las hojas bajas a un color amarillento. Estas hojas terminan por secarse y caerse. 

El tallo de la tomatera también se ve afectado, pues en su interior el color de los vasos se va oscureciendo y necrosando. 

Tizón temprano (Alternaria solani)

También conocida como Tizón, es una enfermedad que ataca principalmente a los cultivos de papa y de tomate en su edad temprana de crecimiento. 

Cuando ya ha atacado, comienza por aparecer manchas de color verde claro y que con el tiempo se convierten a marrones. Posteriormente, estas se convierten en heridas (llagas) que están rodeadas por una aureola amarilla. 

Las lesiones también se pueden observar en el tallo y las hojas de la tomatera, en donde también aparecen las manchas circulares.

¿Cómo tratarlas? 

  • Realiza mantenimiento

Cuando una enfermedad ha atacado a nuestros cultivos, el mantenimiento y observación de estos se convierte en una parte fundamental para sanarla. 

Con ayuda de tijeras de jardinería o un cuchillo bien afilado (de hoja lisa, nunca de sierra) corta todas las hojas y ramas dañadas. 

Haz lo mismo con los frutos y deséchalos. No los agregues a tu composta, ya que solo esparcirás la enfermedad en esta y quedará inservible para nutrir a tus cultivos. 

  • Aplica fungicidas

Existen soluciones agrícolas que son eficaces en la erradicación de hongos y bacterias, y resultan eficientes para poder salvar los cultivos aunque hayan sido atacados.

Uno de ellos es Double Nickel 55WG, un biofungicida de Summit Agro, cuyo ingrediente activo actúa de forma preventiva para ciertos patógenos como la cenicilla polvorienta, mildew velloso y el tizón.

Es gentil con los cultivos y se recomienda su uso en chile, tomates, berries, cucurbitáceas y papas. 

Si deseas conocer un poco más sobre este producto, da clic aquí.

  • Desinfecta tus herramientas de trabajo

Los hongos y bacterias también se pueden albergar en las herramientas con las que trabajas, es por eso que su desinfección es fundamental para no esparcirla más. 

Lava bien tus guantes, tijeras de jardinería, palas y demás con agua y jabón. Después sumérgelas en una solución de agua con bicarbonato de sodio y déjalas secar al sol. 

El bicarbonato garantizará la alcalinidad de tus herramientas y la muerte de las bacterias. 

Conoce más usos del bicarbonato de sodio en tu huerto aquí.

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