La Universidad de East London (UEL) ha logrado un avance significativo en la industria de la construcción con el desarrollo de Sugarcrete™, un material innovador y sostenible fabricado a partir de residuos de caña de azúcar. Este biomaterial desafía los conceptos preconcebidos de que los materiales ecológicos carecen de resistencia estructural, ya que Sugarcrete™ es autoportante y resistente, superando las expectativas en términos de rendimiento.
Ofrece numerosos beneficios ambientales. Con un peso más ligero que el ladrillo convencional y solo el 15-20% de su huella de carbono, este material ayuda a reducir significativamente las emisiones de dióxido de carbono en la industria de la construcción. Al utilizar residuos de caña de azúcar en su producción, Sugarcrete™ proporciona una solución sostenible para el manejo de estos subproductos agrícolas, reduciendo su impacto ambiental y contribuyendo a la economía circular.
La combinación perfecta de sostenibilidad y eficiencia estructural
La fabricación de Sugarcrete™ es similar a la de los bloques de concreto convencionales. Los residuos de caña de azúcar se combinan con aglutinantes minerales disponibles en áreas con industria azucarera establecida. Esta combinación crea un material que no solo es resistente, sino también resistente al fuego y aislante. Además, el proceso de moldeo utilizado en la producción minimiza el desperdicio de materiales y permite la reutilización del encofrado, lo que simplifica la producción a gran escala.
El enfoque innovador del equipo de desarrollo incluye la aplicación de geometrías entrelazadas en la creación de losas, que son componentes desmontables y reutilizables. Esta característica permite su implementación tanto en estructuras nuevas como existentes, sin la necesidad de utilizar mortero. Asimismo, se ha utilizado una cadena de herramientas digitales completa que integra el cálculo de materiales, el diseño paramétrico y la fabricación robótica, lo que garantiza la precisión y la eficiencia en la producción.
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El equipo responsable ha tomado una decisión ética al no patentar su investigación, con el objetivo de fomentar su adopción por parte de los productores locales y reducir el uso de cemento en la industria de la construcción. Además, han identificado emplazamientos en regiones productoras de azúcar en todo el mundo para ampliar las oportunidades de aplicación y tienen previsto probar el prototipo en escenarios del mundo real.
Con su combinación de sostenibilidad, resistencia estructural y versatilidad de aplicación, se posiciona como una solución prometedora para la industria de la construcción. No solo reduce las emisiones de carbono, sino que también impulsa la creación de cadenas de suministro justas y sólidas, asegurando resultados equitativos tanto para los productores como para los usuarios finales.
