¡Cuida así tus Nochebuenas!

El invierno y las fiestas decembrinas son la oportunidad perfecta para llenar nuestros hogares u oficinas de color rojo, rosa, blanco o amarillo con hermosas nochebuenas. 

Son ejemplares que en maceta pueden crecer hasta 1 metro de altura y si están sobre piso alcanzan hasta los 5 metros. 

¿Ya sabes cómo cuidarla?

Crea el ambiente ideal

Esta flor es muy versátil, ya que se puede adaptar tanto a interiores como exteriores. La temperatura ideal para que se conserve bella es de 15° a 25° centígrados, aunque puede soportar hasta temperaturas de -2° centígrados. 

Evita ponerla cerca de corrientes de aire, ya que puede provocar que las hojas se desprendan y su apariencia se verá afectada. 

Dale mucha luz solar 

Durante la floración, estos ejemplares necesitan de la luz solar, sólo asegúrate de que sea indirecta para evitar que sufra quemaduras y su aspecto se arruine. Puedes colocarlas al lado de una ventana, puerta de cristal o bajo una estructura transparente si está en el exterior. 

Pasada la floración, alrededor de los meses de febrero y marzo, es cuando más luz necesita. Asegúrate de que reciba al menos 7 u 8 horas de sol diariamente.

Conoce su rutina de riego

La rutina de riego de las Nochebuenas es muy fácil de seguir, ya que solo deben regarse cuando el riego anterior se haya evaporado. Comprueba la humedad de la tierra con un palito de madera. 

Te recomendamos regalarla en la noche para que el agua no se evapore tan rápido y tu flor pueda hidratarse correctamente. 

Recuerda siempre regar sobre la base de la planta, nunca sobre las hojas, ya que se manchan o queman. Evita el uso de atomizadores o pulverizadores, las regaderas de nariz son la mejor opción.

Dale mantenimiento constantemente

Un paso fundamental de las flores ornamentales es el mantenimiento, pues tienen que mantener siempre su agradable apariencia. 

Para conseguirlo primero debes asegurar el buen estado de sus hojas, no las limpies, frotes o agregues nada sobre ellas. De esta manera, conservarán su color original. 

Realiza la poda de tus ejemplares a principios de año, durante los meses de enero a febrero, esto estimulará el crecimiento de los retoños. Quita las hojas secas, amarillas o cafés con ayuda de unas tijeras de jardinería afiladas y desinfectadas. 

Realiza trasplantes y abónala

Estas flores aumentan su altura y volumen con el paso de los meses, es por eso que tenemos que garantizar que tengan un espacio amplio para que puedan desarrollarse. 

Es necesario hacer revisiones mensuales de nuestros ejemplares y verificar que el espacio de nuestra maceta es suficiente. Si deseamos que continúen su crecimiento en maceta, debemos trasplantarlas a una más grande. 

De lo contrario, podemos pasarlas al suelo para que crezcan en forma de arbusto. 

Abónala al menos dos veces al año. La primera debe ser durante los meses de febrero y marzo con un abono de crecimiento, mientras que la segunda será en los meses de octubre y noviembre con un abono de floración.

Recomendaciones

• Aléjalas de tus mascotas, sobre todo perros y gatos, ya que son muy tóxicas para ellos si las llegan a ingerir
  
  
• Antes de adquirirla, asegúrate de que tenga botones o flores sin abrir. De esta manera garantizaremos que nuestro ejemplar se conserve hasta pasada la Navidad