El Caldo Bordelés es un preparado que actúa como acaricida y fungicida para cultivos de cebolla, ajo, tomate, ajo, betabel y las cucurbitáceas.
También puede funcionar como repelente para algunas cigarritas y coleópteros que atacan a las hojas del tabaco y los cultivos de papa.
Es un producto muy económico de elaborar, ya que no requiere ingredientes costosos ni difíciles de conseguir. Además puede ser utilizado el mismo día que se prepara.
Es muy utilizado por los agricultores que ponen en práctica la Agricultura Orgánica, ya que brinda buenos resultados al ser aplicado en sus hortalizas y frutales.
¿Qué se necesita para prepararlo?
Antes de comenzar su preparación es importante recalcar que este fungicida solo debe utilizarse en campo y que las cantidades aquí brindadas rinden 100 litros de Caldo Bordelés.
- 1.5 kilogramos de cal viva o hidratada
- 1 kilogramo de Sulfato de Cobre
- 100 litros de agua
¿Cómo se prepara?
- Disuelve el kilogramo de Sulfato de Cobre con 10 litros de agua en un recipiente plástico y remueve con una paleta de madera.
- En otro recipiente, disuelve la cal en los 90 litros de agua restante.
- Una vez disueltos, agrega el sulfato de cobre a la cal y remueve suavemente.
¡Ojo no debes nunca hacerlo a la inversa! Esto creará un desbalance químico.
- Cuando ya estén perfectamente mezclados, comprueba la acidez de la mezcla. Puedes introducir un machete o un pedazo de metal, si este se oxida (se llena de manchas rojizas) quiere decir que esta ácida.
Si este es el caso, solo agrega un poco más de cal para neutralizarla.
- Cuando esté neutralizada, ya está listo para utilizarse.
¿Cómo se aplica?
El Caldo de Bordelés puede utilizarse directamente sobre algunos cultivos, sin embargo, en algunos otros necesita disolverse para no quemarlos.
Si lo utilizas en cultivos de tomate, cebolla, ajo o betabel, mezcla tres partes de caldo y una de agua.
Si será para cultivos de frijol, pepino, col, calabaza y vainas, necesitarás una parte de caldo y una de agua.
Para los cultivos de papa o de tomate que ya tengan más de 30 centímetros de altura puede aplicarse directamente en intervalos de 7 a 10 días entre aplicaciones.
En cultivos de chile, tomate, pepino, ejote y frijol se debe suspender su uso cuando comienza la floración para evitar la caída prematura de los frutos. Después que los frutos se hayan formado completamente, puede volver a aplicarse el preparado, pero en dosis bajas.