El método de cosecha de todas las flores o cultivos está basado en qué podamos aprovechar al máximo las propiedades que estas nos ofrecen.
En el caso de las flores aromáticas, siempre se busca la manera en que podamos preservar por más tiempo su aroma.
La lavanda es una flor utilizada mayormente por su apariencia tan peculiar, su color lila, los beneficios de sus aceites esenciales, su sabor y su aroma.
Para aprovechar todas sus propiedades es necesario cosecharla de la manera correcta, aquí te explicamos como:
Elige el uso que le darás a tus flores
Si es para uso culinario cosecha las flores cuando observes que 1 ó 2 brotes se abran en un solo tallo. De este modo, tendrán una bonita apariencia y su sabor será penetrante.
Si es para decorar, ya sea artesanías o arreglos florales, se debe cosechar cuando los capullos estén a punto de abrirse. Esto evitará que los capullos y flores se despeguen cuando se les manipule y tendrán fuerte olor.
Cosecha por las mañanas
A esta hora del día las flores tienen un olor más potente, debido a que es la hora en la que los capullos se abren y tienen polen viable.
En este momento es cuando suelen visitar las flores todos aquellos insectos polinizadores que son atraídos por el aroma y la cantidad de polen que exuda la planta.
También se ha demostrado que, por la mañana, las flores tienen semillas más nutridas. Si se desean extraer para producir más plántulas, este es el momento ideal.
Corta desde el tallo y no solo la flor
Al cortar desde la parte del tallo (lo más cerca al sustrato) darán oportunidad a las flores de abrir. Se debe a que seguirán consumiendo el agua restante del tallo.
Al momento de agotarse el líquido, comenzará su proceso de secado con las flores en su máximo esplendor.
Cura los cogollos
Una vez que estén secos, guárdalos en un frasco hermético y déjalos reposar algunas noches en un lugar oscuro. Este proceso permitirá que los aceites esenciales de la lavanda se concentren y se coloquen en los bordes externos.
Prolonga el aroma
Guarda tus cogollos en frascos pequeños que estén bien cerrados para que el aroma se concentre y no pierda propiedades aromáticas cada que lo abras.
Si se almacena en frascos grandes, las flores del fondo irán perdiendo poco a poco su esencia.
Recuerda que entre menos abras los frascos, más se concentrará el olor.