Podar nuestros árboles, ya sean frutales u ornamentales, conforma una de las partes esenciales de su mantenimiento.
Es un procedimiento que debe realizarse a lo largo de toda la vida del árbol, dependiendo de la edad de este es la función que tendrá.
Puedes conocer más sobre los tipos de poda aquí.
Este mantenimiento le traerá distintos beneficios que lo harán crecer sano y más fuerte.
Controla el crecimiento del árbol
Llevar un control sobre el crecimiento de nuestro ejemplar es clave para lograr que sus ramas se distribuyan correctamente y no se enreden o se aglomeren.
También podemos ayudarlo a que mantenga el equilibrio y evitar que se ladee debido al exceso de peso en cualquiera de sus lados.
Mejora la circulación del aire
Cortar las ramas secas o aquellas que estén en forma de bloque permitirá que el aire penetre en el interior de nuestro ejemplar, haciendo que los folios y ramas se aireen.
La circulación del aire alentará la cicatrización de las ramas o las uniones que hayamos cortado o que tengan alguna herida (hecha por algún animal o provocada por el clima).
Mejora la calidad de la madera y de los frutos
Quitar todos los excedentes de ramas, así como los brotes dañados hará que nuestro árbol dé frutos de mejor calidad y tendrán una mejor estabilidad mientras crecen.
Si tu ejemplar tiene un buen tamaño y estará destinado a la extracción de madera, esta será de gran fortaleza si lo podas con regularidad. Esto se debe a que se eliminan los factores que pueden dañar el tronco como plagas u hongos.
Se reducen las infecciones por hongos, bacterias y plagas
Si alguna enfermedad o plaga ha atacado a nuestro ejemplar será más fácil erradicarlas.
Con ayuda de un serrucho, tijeras afiladas de jardinería y guantes quita todos los folios, ramas, uniones, frutos y flores que estén infectados. De esta manera evitarás su esparcimiento a las zonas sanas o a otros ejemplares.
Puedes consultar aquí más consejos para evitar plagas en tus árboles.
Es más seguro para las personas
Al realizar la poda evitamos accidentes para las personas o animales que transiten cerca de nuestro ejemplar. Eliminamos la posibilidad de que alguna rama los lastime o caiga encima, que los frutos los hieran o que las plagas les causen molestias.
