El científico español José Miguel Mulet Salort ofreció una conferencia en la que explicó los últimos avances científicos en la producción de alimentos y desmintió la idea de que la aplicación de la ciencia en la industria alimentaria sea perjudicial para la calidad de vida humana.
Mediante gráficos y diapositivas, Mulet mostró cómo los avances científicos en la producción agrícola han mejorado la calidad de vida y la longevidad de las personas. “Hoy en día vivimos más y mejor. En Occidente, la comida es más accesible y segura que nunca, lo cual es indiscutible”, afirmó el científico.
Al abordar el uso de pesticidas en los alimentos, Mulet señaló que este tema preocupa principalmente a la sociedad europea, más que los transgénicos. Explicó que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha afirmado que no hay motivo de alarma en relación con su uso, y destacó que la mayoría de las alertas sanitarias se deben a contaminantes que ya existen en la naturaleza, y no a los pesticidas.
Basándose en un estudio realizado por investigadores daneses, el bioquímico mostró que, si bien los pesticidas se consideran cancerígenos, la exposición a la que están sometidas las personas es muy baja. Además, advirtió que productos como el café o el alcohol son mucho más propensos a causar cáncer en las personas.
Tecnología para combatir el hambre
En su presentación, Mulet habló sobre las revoluciones en la agricultura a lo largo de la historia. La primera fue la domesticación de plantas y animales durante la transición del Paleolítico al Neolítico; la segunda ocurrió en la década de 1940 con los experimentos para aumentar la producción de trigo realizados por Norman Borlaug; la tercera fue la implementación de los cultivos transgénicos y actualmente se habla de la técnica CRISPR.
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Utilizando estos ejemplos, el autor del libro “Comer sin miedo” explicó cómo la ciencia y la tecnología potencian la producción de alimentos y mejoran la calidad de vida de las personas. Presentó el caso de la provincia de Almería como ejemplo, ya que a través de la tecnificación de la agricultura pasó de ser la provincia más pobre de España a convertirse en el principal proveedor de hortalizas de Europa.
En noviembre del año pasado, la población mundial alcanzó los ocho mil millones de personas. Los avances científicos que nos han permitido vivir más tiempo son una de las principales causas de este crecimiento, pero también es necesario alimentar a todas estas personas.
La tecnificación del campo es una de las recomendaciones de expertos en el tema y organizaciones internacionales para garantizar la seguridad alimentaria y lograr la soberanía en este ámbito.
Mulet concluyó resaltando que la soberanía alimentaria respaldada por la tecnología agrícola debe ir acompañada de controles sanitarios y de sostenibilidad. “No puedes establecer más riegos en un lugar que no tiene agua, porque si no tienes suficiente agua y estableces muchos cultivos de riego, cuando se agote el pozo, todo se acabará”, comentó el divulgador científico.