El uso de la ‘leche’ de almendras se ha popularizado de manera exponencial en los últimos años. Tan solo en Estados Unidos, el consumo de este producto ha aumentado hasta en un 250% durante el último lustro.
Una de las razones que llevaron a los consumidores a preferir la leche de almendras fue el interés por adquirir productos que fueran más sustentables. Si bien es cierto que el consumo de leche de vaca también es un problema para el medio ambiente, la sobreproducción de almendras se ha convertido en un problema nuevo.
¿Cómo es que la sobreproducción de almendras mata a las abejas?
Las encargadas de la polinización de la gran cantidad de almendros que se requieren para producir tantas almendras son las abejas. Aproximadamente un tercio de las abejas en Estados Unidos son utilizadas para fines comerciales. Durante el 2020, un estimado de 50 mil millones de abejas murieron durante el invierno. Se piensa que esta alarmante cantidad tiene que ver con los pesticidas utilizados en la agricultura. Sin embargo, también es sabido que las abejas necesitan descansar durante los inviernos, pero para no detener la producción de almendras se les obliga a continuar su trabajo de polinización incluso en esa temporada.
Las abejas terminan estresadas e incluso mueren de cansancio. Siendo una especie tan importante tanto en el mundo agrícola como en el mundo en general, tenemos la responsabilidad de cuidar de ellas y evitar que esta cifra continúe incrementando.
¿Nosotros qué podemos hacer?
Algo cierto es que no es recomendable volver al consumo de lácteos. Nuestra responsabilidad como consumidores es verificar los procesos de los productos que compramos. Podemos hacer una pequeña investigación para determinar cuáles son los productores que dan un mejor trato a las abejas. Otra opción es preparar nuestra propia bebida de almendras. ¡Es muy sencillo! Aquí te dejamos los pasos a seguir.
- Coloca las almendras en un recipiente limpio y déjalas remojando durante toda la noche. Si puede ser durante todo un día es incluso mejor.
- Mueve las almendras a un colador y enjuágalas con agua fría, después déjalas secar.
- Junto a dos tazas de agua, muele las almendras en una licuadora o procesador de alimentos, hasta que se mezclen perfectamente.
- Utiliza un filtro reutilizable de café o un trozo de tela para colar esta mezcla, ¡y listo! Ya tendrás tu bebida de almendras casera.