Tips para reconocer plantas enfermas

Las plantas tienen sus propias maneras de comunicarnos que están enfermas o que necesitan que prestemos mayor atención a sus cuidados. El cambio de color en sus hojas nos dice si algo se encuentra fuera de lo normal.

Si tienes pensado adquirir una nueva planta para tu hogar, recuerda prestar especial atención a estos detalles.

• Hojas de color amarillo

La coloración amarilla indica exceso de riego en la planta. Tienen tanta agua que las raíces no pueden tener acceso a los nutrientes que necesitan y comienzan a pudrirse dañando las hojas.

Para solucionarlo solo debes disminuir la cantidad de agua que utilizas para regarla y asegurarte de que la maceta esté filtrando el agua correctamente. También puedes colocarla media hora al sol para que el excedente de agua se evapore.

• Pérdida de hojas y bordes amarillos o quemados

Estos síntomas reflejan deficiencia de potasio en tus plantas. Este mineral trae muchos beneficios para ellas, les permite absorber el agua fácilmente, promueve el metabolismo celular y las hace adaptarse mejor a las zonas secas.

Para solucionar esta deficiencia se necesitará tratar a tus ejemplares con un fertilizante alto en potasio, aquellos que contienen algas marinas son ideales.

• Hojas con tonos blanquecinos y/o manchas pardas

La exposición a la luz solar es vital para nuestras plantas, sin embargo, el exceso de este también puede afectarlas.

Si notas que las hojas comienzan a perder su tono verde oscuro, lucen cada vez más blanquecinas, se arruga o reduce su tamaño quiere decir que está recibiendo mucho sol.

Reduce el número de horas que pasa expuesta a la luz solar o prueba darle sol de manera indirecta (a través de una ventana).

• Hojas tristes y dobladas hacia dentro

A diferencia del punto anterior, cuando una planta necesita más sol comenzará a verse decaída y sus hojas se doblarán hacia adentro.

Si la falta de sol es prolongada provocará que sus flores no terminen su desarrollo, no crecerán hojas nuevas, se desnutrirá la planta (porque no pueden hacer bien el proceso de fotosíntesis) y terminará muriendo.

Si notas estos síntomas asegúrate de tu planta reciba una mayor cantidad de luz solar, recuerda que cualquier ejemplar necesita un mínimo de 3 horas diarias de sol (ya sea de manera directa o indirecta). También deberás procurar que reciba esta luz de manera uniforme y no sólo algunas partes de la planta.