Flores endémicas de México

México es uno de los países que por su ubicación y condiciones climáticas le permiten ser un país megadiverso. 

Posee todos los ecosistemas, a excepción de los polares, y alberga gran variedad de fauna cuyo número de especímenes asciende al millón. 

En cuanto a la flora, existen 25 mil especies nativas que equivalen al 9.1 por ciento de las totales en el mundo. 

Sin embargo, hay algunos ejemplares mexicanos que se destacan por su color y forma que han logrado posicionarse como emblemas. 

Orquídea pelícano (Cypripedium irapeanum)

Es uno de los ejemplares más coloridos de las orquídeas. Es originaria de los bosques de pino y mixtos de roble, y se extiende desde las laderas de piedra caliza de Durango hasta Honduras.

Se caracteriza por poseer un solo pétalo en forma de globo que asemeja al pico de un pelícano, de ahí la razón de su nombre. 

Es una de las flores más difíciles de cultivar, ya que su desarrollo depende de un hongo simbiótico que se encuentra en los bosques. 

Está catalogada como una especie en riesgo, pues es común que se trafique en el mercado negro de especies. Es por eso que los gobiernos locales y los investigadores de la Universidad Veracruzana se han propuesto su protección. 

Magnolia Pacífica (M. Pacífica)

Es originaria de los estados de Nayarit, Jalisco y Sinaloa y nace en los árboles de la Magnolia Pacífica. La madera es utilizada para la carpintería y las flores son usadas con fines medicinales para atacar padecimientos cardiacos.

Su rareza ha ameritado que que instituciones, como el Herbario Nacional de México del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a estudiarlas para preservar su existencia y conocer sus cualidades. 

También fue inscrita en el listado de especies amenazadas de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-ECOL-2001. 

Peyote (Lophophora williamsii)

Es uno de los ejemplares más representativos del país, pertenece a la familia de las suculentas y habita los desiertos mexicanos. 

Se caracteriza por su forma circular y sus peculiares espinas que rara vez dan una floración rosácea o amarilla. Su desarrollo es muy lento, en un año puede llegar a crecer apenas 5 milímetros por lo que son especies que deben ser protegidas. 

Suele utilizarse con fines medicinales y psicotrópicos por varios pueblos indígenas como los mexicas, navajos o huicholes.  Sin embargo, en los últimos años esta especie se ha visto amenazada debido a que se comercia en el mercado negro o es cortado ilegalmente por turistas. 

Al ser un ejemplar vulnerable ha entrado a la Lista Roja de la International Union for Conservation of Nature y se han implementado medidas para su protección. 

Al ser extraída de su hábitat la pone en riesgo de extinción y la repoblación de la especie tomaría alrededor de 500 años. 

Nochebuena (Euhphorbia pulchérrima)

También nombrada Cuetlaxóchitl en náhuatl es una hermosa flor de temporada cuya extensión va desde Sonora hasta Chiapas. 

Los ejemplares son de color rojo, blanco, amarillo o rosado con un centro amarillo vibrante. Su reproducción suele llevarse a cabo en invernaderos, pues tienen un alta demanda en el mercado, sobre todo en el mes de diciembre. 

Este ejemplar es utilizada principalmente como ornamento, aunque también tiene beneficios medicinales. Las infusiones hechas con las flores de esta planta regulan la menstruación.

Dalia (Dahlia coccinea) 

Es una flor que ha sido venerada desde tiempos prehispánicos por sus beneficios medicinales, nutricionales y culinarios. 

Cuenta con 35 variedades endémicas de México que se destacan por su peculiar forma conformada por pequeños conos y su amplia gama de colores. 

Fue declarada como la Flor Nacional de México en el año 1963 por el presidente Adolfo López Mateos. 

Cempasúchil (Tagetes erecta)

Su nombre proviene del náhuatl y es de las pocas especies florales que aún preservan su origen indígena. Es característica del Día de Muertos y una de las más asociadas al país por todo lo que representa para los mexicanos. 

Se conforma de pequeños pétalos amarillos, naranjas o fucsias con un fuerte aroma. Es originaria del río Balsas, pero a día de hoy es normal encontrarla en todo el país. 

Tiene usos ornamentales para los altares o las tumbas, pero también es utilizada como un desparacitante natural si se toma en infusiones.