El día de la Candelaria es uno de las festividades más esperadas por los mexicanos, porque se comparte la tradición de comer tamales, que son invitados por las personas que sacaron el niño en la rosca de reyes.
Sin embargo, lo que no todos saben, es que esta receta se remonta al período clásico de los pueblos mesoamericanos. Para los mayas e incluso la cultura teotihuacaneca, la tortilla no era la forma común de comer maíz; lo más popular era una porción de masa de elote, mezclada o rellenada con otros ingredientes y envuelta en hoja y cocida al vapor. ¿reconocen la receta?
¡Exacto es un TAMAL!
Comemos tamales para celebrar febrero desde hace muchísimos siglos.
Febrero era para los Aztecas el comienzo de la época de siembra, por lo que se realizaban diversos rituales, en honor a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl. Las ofrendas eran diferentes productos de maíz, siendo los tamales uno de los principales regalos para los dioses.
Se han econtrado diversos vestigios iconográficos de tamales en épocas prehispánicas, como una escena plasmada en una vasija procedente de Kaminaljuyú, un sitio de Guatemala claramente relacionado con Teotihuacan. Esta pieza arqueológica, muestra un personaje que ofrece alimentos, entre ellos tamales.
A partir de la Conquista, el sincretismo religioso permitió que muchos rituales ancestrales se fusionaran en las diversas celebraciones católicas traídas por los españoles y es por eso que este 2 de febrero podemos disfrutar de uno de los platillos más famosos y queridos de la comida mexicana.
¿Cuál es tu tamal favorito? Al equipo editorial de Cultiva Futuro nos encantan los tamales oaxaqueños 🙂
