La agricultura es uno de los sectores más importantes e indispensables de nuestro país y el mundo entero. Es a partir del trabajo en los campos que podemos conseguir alimentos frescos y de buena calidad de manera tan accesible y cercana.
Además, debido al importante incremento poblacional a nivel mundial, se espera que la cantidad de alimentos necesarios para alimentar a la población suba considerablemente. De acuerdo a la FAO, para 2030 se tendrá que producir alimento para 2,000 millones de personas.
Estas cifras son alarmantes, y posicionan a nuestro sector agrícola en un problema importante. La producción de alimentos deberá subir drásticamente, y lograrlo sin afectar al medio ambiente puede ser uno de los retos más importantes de los últimos tiempos.
Hace algunos años, se encontraron nuevas maneras de alzar de manera importante la cantidad de alimentos que podían ser producidos en un tiempo reducido. Sin embargo, algunas de estas prácticas han dañado de manera importante nuestros suelos, dejándolos infértiles y muy dañados.
La meta de estos nuevos tiempos es encontrar la mejor manera de incrementar la producción de alimentos de la manera más sustentable posible. Existen diversas propuestas de las que te hemos hablado aquí, como la agricultura integrada. Hoy profundizaremos en la Agricultura regenerativa.
¿En qué consiste la Agricultura regenerativa?
Como dice su nombre, este concepto busca la regeneración de los suelos, para así mantenerlos fértiles y productivos durante el mayor tiempo posible. Esto es importante no solo para que podamos seguir cosechando cultivos de alta calidad, sino para preservar el hábitat de cientos de seres vivos e incluso proporcionar alimento sano para el ganado.
Algunas de las prácticas que se llevan a cabo dentro de la agricultura regenerativa son las siguientes.
- Siembra directa
El objetivo es mantener la tierra estable y que la intervención humana tenga el menor impacto posible. El arado cambia el ecosistema del suelo y libera carbono capturado. Practicar la siembra sin labranza mantiene el carbono enterrado y reduce hasta en un 90% la erosión.
- Cultivo orgánico anual
Consiste en el uso de fertilizantes y pesticidas no químicos. A pesar de que las opciones orgánicas suelen significar una mayor inversión de dinero y mano de obra, los beneficios en cuanto a la calidad de alimentos vale la pena. Además, estarán asegurando que los suelos se mantengan sanos y fértiles por mucho tiempo.
- Cubrir la tierra con plantaciones
La exposición del sol directamente en la tierra ocasiona erosión e incluso puede matar a los organismos que viven en el suelo. Para evitarlo, se recomienda la siembra de plantas o pasto incluso entre cultivos.
- Integración del ganado
Que el ganado tenga acceso a los campos para permitirles pastar es una de las mejores maneras de regenerar los suelos. Las pisadas de los animales favorecen la aireación del suelo, y su abono proporciona nitrógeno de manera natural. Además, evitará que crezca un exceso de maleza que pudiera afectar a los cultivos.
