El modelo ACCI-MICI es una herramienta agrícola que implementa los conceptos de sustentabilidad y autosuficiencia alimentaria a la siembra.
Combina dos métodos ya certificados: La Agricultura Campesina de Conocimientos Integrados (ACCI) y el Manejo Integrado de Cultivos Inducidos (MICI).
Fue implementado en el 2013 por la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) y tiene como objetivo implementar el buen manejo de los suelos, proteger la producción campesina y respetar la biodiversidad.
Se rige bajo tres principios:
- Promover la agricultura de conocimientos integrados en sistemas complejos
- Reconocer el potencial productivo de los pequeños y medianos productores organizados.
- Recuperar la estructura natural de los suelos a través de la agricultura.
Con su implementación en los campos mexicanos se espera que las plantas y el suelo generen sus propios mecanismos de defensa que les permitan protegerse de las eventualidades climáticas, enfermedades y plagas.
Para que esto suceda se necesita conocer el proceso de crecimiento de las plantas y la interacción que tienen en sus entornos para que a través de estratos vegetales, aminoácidos y fitohormonas se puedan fortalecer estos sistemas.
Los trabajadores y las trabajadoras agrícolas que implementan esta técnica han podido incrementar el rendimiento de sus cultivos, reducir la cantidad de agua implementada en los riegos y restaurar zonas de tierra sembrada.
Por medio de la utilización de fertilizantes naturales (como el compost, rastrojo o materia orgánica de animales) la estructura de los suelos ha podido recuperarse y nutrirse.
La enorme cantidad de nitrógeno y calcio que este tipo de abonos tienen también ha permitido que los cultivos (en su mayor parte de maíz y tomate) crezcan mejor nutridos y creen una barrera natural para enfermedades (como la podredumbre).
El Gobierno Mexicano ha trabajado de la mano con instituciones académicas, científicas y ambientales para que este método sea agregado a los planes académicos de carreras agropecuarias, para que las prácticas sustentables sean aprendidas por sus estudiantes.
Del mismo modo, se ha instruido a los campesinos y las campesinas para que continúen sus labores en el campo bajo los valores de sustentabilidad y respeto al entorno natural.
El éxito de este método se ha visto reflejado en el norte del país, lugar donde se encuentran los principales campos productores de México, y en donde más personas utilizan métodos sustentables.
Uno de ellos es Claudio Beltrán , originario de Culiacán, quien sembró 600 hectáreas de maíz blanco sin utilizar agroquímicos y comprobó ante notario público la efectividad del método.
Puedes conocer su historia y los resultados de su trabajo aquí.