En México, el 76% del agua se destina a la agricultura, de acuerdo con el INEGI, y esta cifra resalta la urgente necesidad de adoptar nuevas herramientas que optimicen su consumo. En un país que enfrenta un alto estrés hídrico, solo superado por Chile en Latinoamérica según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la implementación de tecnología e Inteligencia Artificial (IA) en la agricultura se presenta como una solución innovadora y necesaria.
La IA como aliada en la gestión del agua
La inteligencia artificial ofrece un sinfín de posibilidades para mejorar la eficiencia del riego en la agricultura. Los especialistas coinciden en que la IA puede ayudar tanto a gobiernos como a agricultores a implementar herramientas digitales que detecten patrones y optimicen los tiempos y dinámicas de riego.
En Guadalajara, la empresa de tecnología climática Kilimo ha desarrollado una plataforma de gestión de riego basada en IA. Esta herramienta combina datos climáticos, satelitales y del suelo para ofrecer recomendaciones precisas de riego, acompañando al agricultor a lo largo de todo el ciclo productivo. Los datos generados por los propios agricultores se complementan con las estrategias de asesoría técnica de Nuup, otra empresa que trabaja directamente con los productores.
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Esther Camacho, directora del programa Regenera Bajío en Nuup, explica que en las sesiones de asesoría se abordan temas como la nivelación de terrenos y el monitoreo detallado de cultivos. Esto permite una trazabilidad precisa de las intervenciones y asegura un impacto positivo en la gestión del agua.
Impacto responsable y ético
Ana Paula Gamboa, especialista en la industria tecnológica de Intel, destaca que estas aplicaciones de IA demuestran un uso responsable y ético de la tecnología, especialmente en iniciativas de sostenibilidad en comunidades con acceso limitado a herramientas digitales.
Paola Flores, gerente de adaptación climática para México en Kilimo, resalta la importancia de las acciones colectivas para generar un impacto significativo. Las alianzas entre empresas tecnológicas y agricultores promueven la innovación y escalan los esfuerzos contra el cambio climático.
Un proyecto transformador en la Cuenca de Lerma
El proyecto implementado por Kilimo y Nuup en la Cuenca de Lerma, principal fuente de agua para la zona metropolitana de Guadalajara, ha sido respaldado por Intel. Esta inversión nos permitió convertirnos en el segundo país de Latinoamérica en alcanzar el estándar de Agua Neta Positiva, devolviendo más agua dulce al medio ambiente de la que utiliza en sus operaciones. Entre noviembre de 2022 y septiembre de 2023, el proyecto superó sus objetivos, restaurando 73 millones de galones de agua por año, más del doble de la meta inicial.
Adaptación continua frente al cambio climático
A pesar de estos avances, el cambio climático plantea nuevos desafíos. Los patrones de riego basados en datos históricos deben ajustarse continuamente. Paola Flores explica que se establece una línea base con los productores para entender sus prácticas de riego y adaptarlas según el tipo de cultivo y las condiciones cambiantes. Esther Camacho subraya la importancia de mantener una relación estrecha con los agricultores para adaptar la tecnología a sus necesidades específicas.
Innovación y colaboración para un futuro sostenible
La optimización del consumo de agua en la agricultura mediante IA es un paso crucial hacia la sostenibilidad. La colaboración entre empresas tecnológicas y agricultores, apoyada por inversiones significativas, es esencial para enfrentar los desafíos del cambio climático y asegurar un uso eficiente del agua. Este esfuerzo conjunto no solo protege los recursos hídricos, sino que también promueve la prosperidad económica y el desarrollo sostenible en México.
