La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) acaba de publicar su primer pronóstico para la temporada 2024/25. Las noticias son bastante buenas: se espera que la producción mundial de cereales sea de 2,846 millones de toneladas, casi igualando el récord del año pasado.
Variaciones en la producción de granos: impacto climático
Aunque la producción total se mantiene, no todos los granos siguen la misma tendencia. Se prevé una reducción en la producción de maíz y trigo, pero aumentos en la cebada, el arroz y el sorgo.
La razón principal de estas variaciones son las condiciones climáticas. En el hemisferio norte, aún quedan muchos cultivos por sembrar y el clima puede ser impredecible. Por ejemplo, las sequías y heladas en Rusia han afectado las perspectivas del trigo, lo que ha hecho que los precios internacionales suban en mayo.
Importancia del trigo en el mercado global
El trigo es un alimento básico con pocos sustitutos, por lo que su producción y disponibilidad son cruciales, especialmente para los países que dependen de las importaciones para alimentar a su población. La incertidumbre sobre la producción de trigo en 2024/25 está siendo observada muy de cerca, ya que podría tener un impacto significativo en los mercados mundiales.
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Consumo mundial de cereales: un nuevo récord
La FAO también prevé que el consumo mundial de cereales aumente un 0.5 % en 2024/25, alcanzando un nuevo récord de 2851 millones de toneladas. Este aumento se debe principalmente a un mayor consumo de alimentos, especialmente arroz. Además, se espera que el uso de cereales para alimentos crezca un 0.4 %, impulsado por la fuerte demanda de cereales secundarios como el maíz y el sorgo.
Para nosotros, los agricultores mexicanos, estos pronósticos presentan tanto oportunidades como desafíos. El aumento en la producción de arroz y sorgo puede ser una buena noticia si consideramos diversificar nuestros cultivos. La demanda de cereales secundarios está en aumento, lo que podría abrir nuevas oportunidades en el mercado.
Sin embargo, la reducción en la producción de maíz y trigo puede ser preocupante, ya que estos son cultivos son clave en México. La incertidumbre climática y la competencia internacional podrían exigirnos buscar nuevas formas de optimizar nuestros rendimientos y reducir riesgos.
El comercio internacional de cereales: tendencias y proyecciones
Por otro lado, la posible caída en las reservas globales de trigo podría significar una oportunidad para exportar si logramos mantener una producción estable y de alta calidad. Este escenario también nos recuerda la importancia de adoptar prácticas agrícolas sostenibles y tecnologías innovadoras para mejorar nuestra resiliencia frente a condiciones climáticas adversas.
La FAO predice que el comercio mundial de cereales disminuirá un 1.3 % respecto al año pasado, situándose en 481 millones de toneladas, debido a las menores perspectivas comerciales para el maíz. Sin embargo, se espera un crecimiento en el comercio internacional de arroz.
Estos datos nos subrayan la necesidad de estar atentos a las tendencias globales y adaptar nuestras estrategias de cultivo y comercialización. Con información adecuada y planificación cuidadosa, podemos navegar estos cambios en el mercado global de cereales y encontrar nuevas oportunidades para prosperar en la temporada 2024/25 y más allá.
