Héctor Manuel Gutiérrez Martínez, agricultor en Calera, Zacatecas, recuerda los días de arduo trabajo en el barbecho, utilizando una variedad de herramientas para preparar la tierra. “Se trataba de dejar molida la tierra, hacerla polvo”, comenta.
Sin embargo, desde que se unió al proyecto Aguas Firmes, la perspectiva de Héctor ha cambiado. Ahora, practica la agricultura de conservación en su parcela. “Llevamos dos años en el proyecto. Desde que iniciamos en él hacemos mínima labranza y dejamos los residuos de los cultivos haciendo siembra directa y tratando de ahorrar agua en nuestros procesos”, explica.
Los resultados son notables. La producción de maíz ha aumentado de nueve a 10 toneladas a impresionantes 17,800 toneladas el año pasado. En cuanto a la avena, la producción pasó de tres toneladas y media a cinco toneladas este año. Además de los beneficios económicos, Héctor nota una mejora en la salud del suelo, con una mejor estructura y una mayor retención de humedad gracias a la cobertura con residuos de cosecha.
Cómo el proyecto Aguas Firmes cambió la forma de trabajar la tierra en Zacatecas.
A medida que el agua se vuelve un recurso más escaso, la agricultura sustentable se vuelve crucial. “Los pozos se están secando, algunos ya se secaron y pues sí, estamos batallando mucho con el agua. Hoy, afortunadamente, cualquier precipitación que tengamos se absorbe rápidamente, pues, el rastrojo le ayuda a que no se evapore tan rápido, le ayuda a que se mantenga más tiempo húmedo”, señala Héctor.
El proyecto Aguas Firmes, impulsado por AB InBev Grupo Modelo en colaboración con la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ) implementado por el CIMMYT, ha empoderado a productores como Héctor para liderar el cambio en sus propias unidades de producción. Han recibido capacitación y asesoramiento de expertos en nutrición, sistemas de riego y tecnologías agrícolas de todo el mundo.
Convencido de los beneficios de la agricultura sustentable, Héctor no solo aplica lo aprendido en su propia parcela, sino que también colabora con técnicos para desarrollar ensayos y determinar qué prácticas son más adecuadas para su zona. Su consejo para otros productores es claro: “Si tienen oportunidad, ingresen al programa de Aguas Firmes. Hay muchos beneficios. Se aprenden muchas cosas y los técnicos están a disposición de todas las personas que quieran aprender”.
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Aguas Firmes no solo busca mejorar la productividad, sino también la sustentabilidad hídrica de los acuíferos en Calera, Zacatecas, y Apan, Hidalgo. La agricultura sustentable es uno de los pilares fundamentales de este proyecto que busca un futuro más sostenible para la agricultura en la región.
