La Mimosa pudica es una linda planta de llamativas flores rosadas que es principalmente conocida por su reacción al tacto. Las hojitas verdes de esta planta se cierran con el mínimo roce, pero ¿por qué lo hacen?
Esta peculiar acción es un mecanismo de defensa que la mimosa desarrolla. En cuanto un insecto o bicho se posa en sus hojas, estas se cierran y las ramas se doblan para que el animal en cuestión no pueda sostenerse y se retire.
Además, este mecanismo también es activado durante la noche debido a la falta de luz; para ahorrar energía.
Desde hace tiempo sabemos que las plantas también se mueven, aunque la mayoría de las veces es imperceptible para nosotros. Sin embargo, este ejemplar lo hace de una manera tan rápida que resulta muy llamativo para los seres humanos. Increíble, ¿cierto?
La mimosa es originaria de América y le gustan los climas tropicales. No es un ejemplar que crezca tan alto, llegando a un máximo de 1 metro de altura. Esto la convierte en una buena opción para crecer en maceta. Solo recuerda que es muy poco tolerante al frío, así que toma esto en cuenta antes de plantarla.
Además, la mimosa necesita mucho sol, así que asegúrate de tenerla en un lugar con una buena exposición solar y regarla de 2 a 3 veces por semana.
¡OJO! También es muy importante evitar causar el movimiento de sus hojas a propósito. Sabemos que es increíble verlo en persona, pero cada vez que lo hace le supone un gran gasto de energía, así que es mejor dejar que solo lo haga cuando lo necesite.