Celebrando el Día de las Cactáceas: Tesoros Naturales de México

Cada 10 de octubre, México celebra las cactáceas, fundamentales en nuestros ecosistemas. Esta efeméride es parte del calendario establecido por el Senado de la República.

Según la Dra. Cecilia L. Jiménez en “Las Cactáceas Mexicanas y sus Desafíos”, México alberga la mayor concentración mundial de cactáceas, con 913 taxones, incluyendo especies y variedades.

Estados como San Luis Potosí, Coahuila, Nuevo León y Oaxaca destacan por su diversidad cactácea. El valle de Tehuacán-Cuicatlán, entre Puebla y Oaxaca, junto con la Barranca de Metztitlán y la depresión del Balsas, son núcleos de riqueza para estas plantas.

Las cactáceas son vitales para los ecosistemas desérticos, proporcionando recursos esenciales para murciélagos, aves e insectos. Además, sirven como refugio y sitio de anidación para diversas especies.

Algunos cactus, como los nopales y sus frutos, las tunas y pitahayas, son fundamentales en la gastronomía mexicana. Sin embargo, la extracción ilegal del Echinocactus platyacanthus, conocido como biznaga barril, para producir el acitrón, ha puesto en peligro esta especie, catalogada bajo Protección Especial según la NOM-059-SEMARNAT-2010.

En áreas con escasos recursos forestales, cactus columnares como el cardón y el órgano sirven como cercas naturales. Además, los nopales proveen materia prima para la construcción y se utilizan en la fabricación de adobes, impermeabilizantes y pinturas. También son fuente valiosa de forraje para el ganado, combustible y material para artesanías.

Las cactáceas enfrentan dos desafíos cruciales: su crecimiento lento y su alto grado de endemismo. De los 913 taxones registrados en México, 518 especies y 206 subespecies son exclusivas de nuestro territorio.

Además, la actividad humana, como el cambio de uso del suelo y el comercio ilegal, ha llevado a muchas de estas especies a una situación de vulnerabilidad.

Destaca el sahuaro o saguaro (Carnegiea gigantea), una especie no endémica que se encuentra en Sonora y Arizona, Estados Unidos. Puede llegar a medir más de 16 metros de altura y vivir entre 150 y 175 años. Este cactus gigante está en peligro y protegido por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.

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Para preservar estas especies milenarias, evitemos la colecta y venta ilegal. Conocer su importancia es crucial para el equilibrio del ecosistema y para las comunidades que dependen de su preservación.