En una histórica sesión, el pleno de la Cámara de Diputados ha dado luz verde a la tan esperada Ley General de la Alimentación Adecuada y Sostenible, un hito que marca un paso crucial hacia un futuro más justo y nutritivo para todos los mexicanos.
Con el respaldo unánime de todas las bancadas, esta ley, que ahora espera la firma del Ejecutivo, tiene como objetivo principal garantizar la producción y el suministro suficiente de alimentos nutritivos y asequibles, fortaleciendo así la autosuficiencia, soberanía y seguridad alimentaria de nuestra nación.
Una de las piedras angulares de esta legislación es el reconocimiento del derecho de todas las personas, tanto de manera individual como colectiva, a una alimentación adecuada y el acceso físico y económico a alimentos seguros, nutritivos y en cantidad suficiente para cubrir las necesidades diarias.
Impulsando la producción local: apoyo a la agricultura familiar y comunitaria
La ley también establece medidas importantes para promover la producción familiar y comunitaria de alimentos, priorizando la agricultura a pequeña y mediana escala. Además, introduce disposiciones clave como la obligación de empresas de informar sobre el uso de transgénicos en alimentos procesados y la prohibición de desechar alimentos en condiciones aptas para el consumo.
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Este avance legislativo no solo responde a una necesidad urgente, sino que también reconoce la realidad alarmante de la inseguridad alimentaria en nuestro país. Datos recientes muestran que casi una cuarta parte de la población mexicana enfrenta carencias en el acceso a alimentos nutritivos y de calidad.
Abordando la inseguridad alimentaria: estrategias de emergencia y reservas estratégicas
Como parte de las responsabilidades del gobierno federal, se espera que la Ley de Alimentación Adecuada y Sostenible promueva la producción de alimentos locales y regionales, facilite el acceso a tierras para la agricultura familiar y establezca programas de compra que beneficien a los productores a pequeña y mediana escala.
En momentos de emergencia alimentaria, esta ley también prevé medidas para garantizar el acceso a alimentos, incluyendo la creación de reservas estratégicas de granos básicos y la declaración de emergencia en áreas afectadas por inestabilidad de precios o escasez.
La aprobación de esta ley representa un paso crucial hacia un sistema alimentario más justo, equitativo y sostenible para todos los mexicanos. Es un recordatorio poderoso de nuestro compromiso con la alimentación como un derecho humano fundamental y un reflejo del espíritu de solidaridad y justicia que nos define como nación.
