La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en colaboración con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), ha llevado a cabo un estudio en el norte de México con el propósito de preservar los recursos hídricos subterráneos y potenciar la producción de cebada maltera. Este estudio se centró en la evaluación del uso de aguas residuales tratadas en cultivos de cebada en Chihuahua.
Jesús Manuel Ochoa Rivero, especialista del Centro de Investigación Regional Norte Centro (CIRNOC) del INIFAP, en colaboración con investigadores de la Universidad Autónoma de Chihuahua y de la Missouri State University, lideró el proyecto. El objetivo del estudio era evaluar la producción de forraje en cultivos de cebada que fueron irrigados con aguas residuales tratadas y comparar estos resultados con el uso de agua subterránea y superficial.
El estudio se desarrolló en el Ejido Aldama-Sector Leones, Chihuahua. Se analizó el comportamiento de las plantas de cebada (variedad Alina) en una parcela que recibió riego a través de dos fuentes de agua: una sección con aguas tratadas durante 14 años y otra con agua subterránea durante 30 años, ambas bajo condiciones de inundación.
Los resultados fueron notables. El suelo irrigado con aguas tratadas mostró un aumento del 54.3% en la producción de grano y un incremento del 39.4% en la producción de forraje verde, según informó la dependencia federal.
Además de estos resultados cuantitativos, se observó un incremento significativo en los niveles de minerales. El hierro aumentó en un 193%, el zinc en un 64%, el fósforo en un 54%, el potasio en un 29% y el calcio en un 14% en comparación con el suelo irrigado únicamente con agua subterránea.
Beneficios Ambientales y Económicos: El Potencial de las Aguas Residuales en la Agricultura de Chihuahua.
Las plantas de cebada irrigadas con aguas tratadas también exhibieron características físicas superiores. Alcanzaron una mayor altura, presentaron un contenido de clorofila más elevado en diversas etapas fenológicas del cultivo y mostraron un índice de área foliar más alto. Estos indicadores sugieren una mayor eficiencia en la intercepción, absorción y utilización de la energía luminosa proporcionada por el sol, lo que se traduce en un aumento de la producción.
Este estudio subraya la viabilidad de utilizar aguas residuales tratadas en la producción de cebada en los alrededores de la ciudad de Chihuahua. Los beneficios son múltiples: para el municipio en su aspecto urbano, para los productores en el ámbito agrícola y para el medio ambiente en diversas dimensiones, según afirmó el INIFAP.
Los resultados obtenidos sientan las bases para la implementación de un programa piloto de utilización de aguas residuales tratadas en la producción de forraje en el municipio de Chihuahua, y podrían servir como guía para recomendar su uso en otros municipios y localidades.
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En última instancia, este avance es de gran relevancia, ya que la cebada maltera es una materia prima esencial en la elaboración de cerveza, una bebida con una demanda notable tanto a nivel nacional como internacional. Además, la cebada desempeña un papel crucial como alimento para animales y es uno de los principales cereales a nivel mundial.