Jalisco se ha convertido en un destacado centro de innovación tecnológica en las últimas décadas, gracias al trabajo conjunto de la academia, sectores público y privado. Esto ha propiciado un notable desarrollo inmobiliario, nuevas inversiones y la formación de talento especializado, lo cual ha influido positivamente en el sector agrícola.
La agricultura es una de las principales actividades económicas de Jalisco. Según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), el estado encabeza a nivel nacional en superficie sembrada, con 1.6 millones de hectáreas. Entre los cultivos predominantes se encuentran el agave, maíz blanco y forrajero, aguacate y caña de azúcar, según el Censo Agropecuario estatal de 2022.
Jalisco lidera la producción de maíz en México. El estado es el principal productor de maíz forrajero, contribuyendo con un 32.8 por ciento de la producción nacional. Además, para el maíz en grano, se posiciona como el segundo productor del país, aportando aproximadamente el 14 por ciento de la producción total, según datos del SIAP al cierre de 2022.
México representa un mercado estratégico para la región en términos agrícolas, especialmente para el maíz. El desarrollo de semillas más resistentes ha sido esencial para mejorar la eficiencia y sostenibilidad agrícola, permitiendo enfrentar desafíos como el estrés hídrico, sequías, plagas y enfermedades. La innovación es clave para hacer que el campo sea más resistente.
Los centros de investigación han desempeñado un papel fundamental en este avance, así como el desarrollo de semillas mejoradas, actualmente utilizadas en el 70.6 por ciento de la superficie nacional de cultivos. La inversión en estos centros brinda al sector la oportunidad de producir cultivos de alta calidad y aumentar su rentabilidad.
Inversión en Investigación: Clave para la Agricultura Sostenible.
La innovación tecnológica y el desarrollo de semillas son esenciales para la agricultura moderna y para alcanzar objetivos a largo plazo. En Syngenta, nos hemos propuesto convertirnos en la mejor empresa de semillas para los agricultores de Latinoamérica, y tenemos claro que México es el lugar idóneo para lograrlo.
Hemos invertido en dos centros de investigación. El Centro de Investigación y Desarrollo en Poncitlán, Jalisco, ha implementado desde 2020 programas de mejora de semillas con el objetivo de encontrar soluciones para aumentar la productividad de los cultivos. Además, inauguramos un Centro de Investigación en Puerto Vallarta en el mismo año, el cual apoya programas de investigación de maíz para Latinoamérica y las regiones de Europa y Norteamérica, abarcando más de 300 mil parcelas anualmente.
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Esta labor multidimensional demuestra que la innovación tecnológica actual es un catalizador para lograr una mayor oportunidad de desarrollo sostenible en el campo. Esto se consigue al centrarnos en el agricultor y al trasladar esta innovación a los productores a través de modelos de negocio disruptivos.