Durante el crecimiento de las plantas de maíz y en la etapa de postcosecha, pueden ocurrir colonizaciones por diferentes hongos, algunos de los cuales producen metabolitos secundarios conocidos como micotoxinas.
Factores desencadenantes de la producción de micotoxinas
Las plantas liberan estas sustancias cuando experimentan estrés debido a diversos factores, como la presencia de otros organismos o condiciones climáticas adversas.
La contaminación por micotoxinas puede ocurrir en cualquier etapa de la cadena de producción, desde el uso de semillas hasta las prácticas de campo, como la fecha de siembra, el manejo de fertilidad, plagas y enfermedades, así como las prácticas postcosecha, como la fecha de cosecha, el secado, la limpieza, el almacenamiento y el procesamiento.
Existen varios tipos de micotoxinas, y el maíz y otros granos básicos son especialmente susceptibles a la infección por hongos de géneros como Aspergillus, Fusarium y Penicillium. Estos hongos pueden producir diversos grupos de micotoxinas, como las aflatoxinas, las fumonisinas, el deoxinivalenol, los tricotecenos y la zearalenona.
Las aflatoxinas, en particular, son un tipo potente de micotoxina que puede perjudicar la salud humana y animal cuando se consumen alimentos contaminados que contienen estas sustancias de manera directa. Puede causar retraso en el crecimiento en niños, inmunosupresión y enfermedades como el cáncer de hígado.
Lee también: MAÍZ AZUL, EL MENOS SUSCEPTIBLE AL DAÑO PROVOCADO POR INSECTOS
Desafíos en la detección de las micotoxinas
Lo más peligroso de las aflatoxinas y otras micotoxinas es que resulta difícil detectarlas debido a que no presentan olores ni sabores distintivos.
En México y Centroamérica, se ha registrado la exposición crónica a estas sustancias. Sin embargo, se han reportado brotes de contaminación por aflatoxinas en todo el mundo, especialmente en países de África como Kenia, Tanzania y Nigeria, donde se han documentado casos de exposición crónica y aguda.
Aunque no se han identificado con precisión las áreas afectadas, se prevé que los brotes de contaminación empeoren debido al calentamiento global y los eventos climáticos extremos.
Para mitigar la proliferación de hongos y prevenir la contaminación por micotoxinas, es necesario adoptar un enfoque integrado que combine varias prácticas. Esto incluye la selección de variedades de maíz resistentes, buenas prácticas de cultivo, control biológico de los hongos productores de aflatoxinas y buenas prácticas en la etapa postcosecha y de procesamiento.
Importancia de la diversificación de cultivos en la prevención de hongos
La diversificación de cultivos es una de las prácticas que ayuda a minimizar los riesgos de desarrollo de hongos. Al producir una variedad de cultivos en una misma parcela, se rompen los ciclos de desarrollo de los hongos y sus poblaciones en el suelo.
Otras formas de diversificación de cultivos, como las rotaciones y los cultivos intercalados, también contribuyen a mejorar la salud del suelo, lo que beneficia a las plantas en el siguiente ciclo de cultivo y reduce las condiciones de estrés que pueden conducir al desarrollo de hongos.
Fuente: CIMMYT
