Los desiertos cubren aproximadamente una quinta parte de la superficie de la Tierra. Son biomas que reconocemos por su peculiar clima árido, y una flora y fauna muy definidas que se ha adaptado para sobrevivir en las circunstancias mayoritariamente secas que se presentan en los desiertos.
Sin embargo, también existen algunos desiertos floridos en el mundo, y sólo podemos encontrarlos en países como Australia, Estados Unidos y, por supuesto, Chile, en el desierto de Atacama. Son muy impresionantes a la vista, porque estas flores coloridas y llenas de vida hacen un gran contraste con la vegetación que estamos acostumbrados a ver en zonas desérticas.
Durante los meses de septiembre, octubre y en ocasiones también noviembre, el desierto de Atacama en Chile ofrece un espectáculo de colores que ha dejado maravillado a más de un visitante.
¿Por qué sucede esto?
De acuerdo a Andrea Loaiza, bióloga de la Universidad de La Serena, esto ocurre porque existen enterradas cientos de semillas que han sobrevivido desde hace años y esperan pacientemente a que las condiciones se presten para germinar. Una vez que las lluvias alcanzan los 15 milímetros cúbicos, las semillas comienzan su germinación y eventualmente, la floración.
Además, distintos investigadores han mostrado gran interés en estudiar este fenómeno, pues ante la constante amenaza del cambio climático, resulta importantísimo entender cómo han logrado estas semillas adaptarse a los climas del desierto y, una vez vueltas flores, cómo logran hacer la retención ideal de agua a pesar de la escasez.