Los huertos medicinales pueden ser nuestros grandes aliados, ya que podemos utilizar las propiedades de las hierbas para complementar nuestros platillos o aliviar alguna dolencia que tengamos.
Algunas son antiinflamatorias, antisépticas, propician el crecimiento del cabello o son auxiliares para tratar padecimientos de la piel (quemaduras, piquetes o dermatitis).
En una nota pasada, hablamos de la importancia de estos huertos y dimos algunos ejemplos de plantas con las que puedes comenzarlo. Puedes leerla aquí.
Es por eso que en esta ocasión te compartiremos otra lista de ejemplares con los que puedes complementar tu huerto, así como los distintos usos que les puedes dar.
Salvia
Es una planta medicinal originaria de las montañas del sur de México que se caracteriza por sus bellas flores color violeta.
Ayuda a la cicatrización de heridas en la piel si se aplica en ungüentos, calma el dolor de garganta o barriga y detiene la tos si se bebe en infusiones. También se utiliza como ayudante en distintos tratamientos capilares, pues promueve el crecimiento y fortalecimiento del cabello.
Existen muchas variantes, así que asegúrate de cultivar una que sea comestible como la salvia de jardín, la salvia tricolor, la salvia púrpura o la salvia dorada.
Recuerda que para las preparaciones únicamente se utilizan las hojas de la planta, nunca las flores.
Tomillo
Es una planta aromática proveniente del Mediterráneo y África que se utiliza principalmente para condimentar alimentos, sin embargo, puede tener otros usos que alivian malestares en el cuerpo.
Es un excelente ayudante estomacal, pues sus propiedades detienen los dolores en esta área y disminuyen los gases. También se puede utilizar como parte de los baños, sus aceites hidratarán tu piel.
Crece en condiciones silvestres, es amante el sol y su riego debe hacerse cada que se esté por secar la tierra. Se da muy bien en macetas y puedes reproducirla por medio de esquejes.
Caléndula
Es una de las plantas medicinales más populares en todo el mundo, pues se ha implementado en diversas preparaciones desde la época de los antiguos egipcios.
Se puede encontrar en ungüentos, cremas para el cuerpo, infusiones o en aceites macerados. Calma la dermatitis, reduce el dolor de las quemaduras solares en la piel, alivia la comezón de piquetes de insectos y es auxiliar en el tratamiento de las hemorroides.
Es fácil de conseguirla en tianguis, viveros o tiendas de jardinería ya sea en semillas, esquejes o en plántula. Se recomienda que se crezca en macetas, pues corre el riesgo de convertirse en colonizadora si se planta en el suelo y se extiende.
Ortiga
Esta planta medicinal es una de las más especiales en esta rama, ya que puede ser sanadora o causar malestares si no se trata correctamente.
Se debe recolectar durante el verano que es cuando está en su punto máximo de floración. Tiene que cocinarse antes de hacer cualquier preparación para evitar reacciones como el escozor o alergia tópica.
Sus propiedades diuréticas eliminan toxinas del cuerpo y favorecen la digestión debido a las grandes cantidades de fibra que tiene.
Eucalipto
Es una hierba medicinal originaria de Australia y Tasmania que se caracteriza por tener 3 grandes propiedades: antimicrobianas, antiinflamatorias y expectorantes.
Sus infusiones ayudan en los tratamientos de infecciones en vías respiratorias como la bronquitis. Los aceites procedentes de sus hojas son muy utilizados en jarabes, ya que el eucaliptol ayuda a expulsar las flemas de los pulmones.
Es uno de los ejemplares más utilizados en las campañas de reforestación, pues sanan el suelo y lo protegen de las condiciones climáticas.