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MADU: proyecto de bioplástico para la agricultura urbana

by Cultiva Futuro

MADU, es un emprendimiento social dedicado a transformar la manera de cosechar alimentos. Las creadoras de este proyecto son: Annie Rosas, Daniela Sánchez, y Arena Serrano estudiantes del Tecnológico de Monterrey campus Toluca, Puebla y Quéretaro y Monserrath Martínez, EXATEC de campus Toluca. 

El proyecto se basa en utilizar los desperdicios de comida y convertirlos en un film biodegradable, y éste hace el trabajo de la tierra en la agricultura tradicional. De esta manera el sistema se puede utilizar en la producción de alimentos a un entorno urbano en formato vertical. 

A pesar de que esta forma del cultivo inició con técnicas como la hidroponía, la apuesta de MADU está en la variedad de alimentos que se pueden producir. 

Arena Serrano, estudiante de Ingeniería en Biotecnología, comenta “El cultivo vertical y sin tierra tienen su base en la hidroponía, sin embargo, produce principalmente lechugas. Nuestro reto es sembrar más cosas como pepino, fresas, etc”. 

El film biodegradable logra una mejor absorción con el agua y nutrientes de la tierra  , es capaz de adaptarse a espacios reducidos y por su composición permite cultivar una gran variedad de frutas y vegetales. 

Así, los cultivos o huertos verticales de MADU se podrán sembrar en espacios cerrados y en varios niveles, aprovechando el espacio, lo que lo convierte en la máxima tendencia de la agricultura urbana. 

MADU: ejemplo de economía circular

De acuerdo con la Fundación para la economía circular, este es un concepto económico que tiene como objetivo que el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la generación de residuos.

Así, la economía circular contempla en la producción el ahorro del material, la forma de rentabilizar los residuos y hasta cómo deben ser reutilizados una vez que cumplen su función.

Otro aspecto del bioplástico inventado por las alumnas del Tec es que pretende impactar en varios aspectos de las industrias agrícola y alimentaria con el fin de volverlas circulares y sostenibles.

Según Annie Rosas, estudiante de la Licenciatura en Negocios Internacionales (LIN), MADU es digno representante de la economía circular ya que impacta de distintas maneras: 

Producción:  

“El bioplástico está hecho de desechos de comida. Nuestra materia prima es el desperdicio, es decir, lo que sobra de esta industria tan grande que es la agricultura”.

Vida útil:

“Utilizamos 90-95% menos agua y no utilizamos fertilizantes ni agentes químicos para que los alimentos sean mucho más frescos y más enriquecidos nutricionalmente”.

Desecho:

“Como nuestra película es biodegradable se vuelve una composta para los suelos de agricultores tradicionales y así se vuelve una economía totalmente circular”.

Finalistas en “Food for good” del Hult Prize 2020

La idea de las alumnas las llevó a la final del reto Food for Good dentro del Hult Prize at Tec de Monterrey, esto después de lograr el segundo lugar en la etapa regional. Su proyecto MADU participará en distintas convocatorias para emprendimientos social durante el 2021 y continuarán trabajando convertirlo en una realidad.

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