La familia Ramírez siempre había cultivado cucurbitáceas en sus terrenos en el estado de Sinaloa, México. La cosecha de calabacitas, calabazas, melones y pepinos no solo es la principal fuente de ingresos de la familia, sino que también forma parte de su tradición agrícola.
Sin embargo, la temporada pasada la cosecha no prosperó. Las hojas y tallos de las plantas comenzaron a presentar manchas marrones y húmedas, que se extendieron rápidamente y se combinaron con áreas amarillentas. Al salir los frutos, estos se volvían blandos y se pudrían rápidamente.
“En 2021 perdimos todo, perdimos meses de trabajo. No buscamos ayuda a tiempo y nos confiamos, pudimos haber agregado algún antibiótico. En el fondo nos daba miedo aplicar un producto que pusiera en riesgo la exportación“. – , comentó Juan Ramírez
La pérdida no solo afectó la economía de la familia Ramírez, sino que también tuvo un impacto en la economía nacional, ya que las cucurbitáceas son uno de los principales cultivos de exportación de México, representando alrededor del 33% de las hortalizas exportadas. En 2020, se enviaron 825,000 toneladas a países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Países Bajos y Japón.
La familia Ramírez consultó con otros agricultores del pueblo y con técnicos de la SADER (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural), pero la enfermedad resultó ser una cepa de mancha bacteriana, específicamente de Pseudomonas syringae pv. lachrymans.
En principio las recomendaciones de los especialistas incluyeron:
- Prácticas de manejo integrado de plagas que incluyeran la rotación de cultivos.
- El control de malezas.
- Eliminación de residuos de plagas infectadas.
- La utilización de fungicidas y bactericidas para prevenir o controlar la enfermedad.
Sin embargo, es común que los agricultores tengan miedo de aplicar productos desconocidos en sus cultivos, especialmente si han tenido experiencias negativas en el pasado. Este miedo puede deberse a la falta de información sobre los ingredientes de los productos, su modo de acción y su seguridad para los cultivos y el medio ambiente.
En busca de alternativas, la familia Ramírez descubrió que muchos productores están optando por soluciones sostenibles y ecológicas para tratar sus cultivos, como productos de origen natural a base de plantas o elementos que se encuentran en la naturaleza y son seguros para el medio ambiente y para las personas. Incluso pueden mejorar la salud de los cultivos, haciéndolos más resistentes a enfermedades y plagas.
Los agricultores deben considerar productos efectivos y seguros para el medio ambiente en su trabajo. En este sentido, empresas como Summit Agro México destacan por su incorporación de soluciones, como Agry-Gent Natura, un producto 100% de origen natural extraído del árbol Acacia mearnsii.
Una de las principales ventajas de productos como éste, es su capacidad para ser aplicado en cualquier etapa fenológica del cultivo, incluso en las últimas etapas de la cosecha, lo que brinda a los agricultores una mayor tranquilidad y seguridad en su trabajo.
Además, Agry-Gent Natura es un producto innovador y de matriz orgánica que no deja residuos, lo que lo hace ideal para la agricultura convencional y orgánica.
Permite tener una rotación de ingredientes activos, controla cepas resistentes de otros activos y no genera fitotoxicidad a las dosis recomendadas, lo que favorece las aplicaciones que no dañan los cultivos. Además, este producto es estable a altas temperaturas, protegiendo los cultivos hasta por 7 días.
En conclusión, la experiencia de la familia Ramírez es un llamado a la acción para la prevención y el control de enfermedades en los cultivos de cucurbitáceas, especialmente en México, donde este cultivo es uno de los principales generadores de ingresos y un pilar en la economía nacional.
Es fundamental que los agricultores estén informados y capacitados en los últimos avances biotecnológicos para aplicar prácticas de manejo integrado de plagas y enfermedades, así como para identificar los síntomas de las enfermedades que pueden afectar sus cultivos.
Las soluciones innovadoras, como Agry-Gent Natura, son clave para garantizar la salud y la productividad de los cultivos, sin dañar el medio ambiente.
